Jesús se manifiesta AMIGO DE LA VIDA. Conocida la muerte de su amigo, se dispone y decide devolverle la vida. Para Jesús, la vida tiene un gran valor y como en otras ocasiones, si las condiciones lo aconsejan, utiliza su poder para devolvérsela a Lázaro a quien ama: Para Jesús, AMAR es DAR VIDA. ¿Cómo valoramos la vida en nuestra sociedad? ¿Cómo nos afecta la muerte y desprecio de la vida de seres humanos?:
Haz de mi corazón de piedra, un corazón que sea humano,
y al caminar junto al hermano, hazme, Señor, un buen
samaritano.
1.Tú que bajaste desde el cielo, levantaste al hombre
caído,
le pusiste
sobre tus hombros y le sanaste las heridas.
Tú eres,
Señor, el buen samaritano.
2.Tú que pasaste por el mundo acercándote al marginado,
con el vino
de la esperanza, con el aceite del consuelo.
Tú eres,
Señor, el buen samaritano.
3.Pasar de largo entre los pobres, cerrar los ojos e
ignorarlos,
no dar la
mano al que la tiende, hacerse el sordo ante su llanto.
Eso no
es ser un buen samaritano.
4.Haz que levante a los caídos y que me acerque al
marginado,
que goce al
curarte en los heridos y al descubrirte en mis hermanos.
Hazme Señor
un buen samaritano
LUZ y
TRANSPARENCIA
La Cuaresma tiene algo de oscuro; más bien sombrío: no
es el tiempo lóbrego, tenebroso del
Triduo Pascual ni el luminoso, prístino y alegre de la Pascua.
Yo la comparo con un túnel. Cuando entras en un túnel –claro,
tiene que ser andando, sobre piedras, con riesgos; que requiera tu esfuerzo...-,
estás seguro que hay una salida, no sabes si lejos o cerca, lo único que sabes
es que no ves nada y que no estás en una línea recta, porque no ves el punto de
luz de la salida.
También hay muchos momentos de nuestra vida que les
ocurre eso. Momentos en que vamos a ciegas, no vemos salidas para nuestros
problemas, para nuestras dificultades. Nos sentimos cansados, agotados,
caminamos sin saber a dónde ni para qué; vamos a ciegas porque no tenemos luz.
Los cristianos no tenemos derecho a sentirnos así: es
verdad, que el punto de luz que tenemos ante nuestra incrédula mirada está
lejos. Es verdad que no tenemos ni la menor idea de las dificultades que tiene
el camino. Es verdad que no sabemos lo que podemos encontrar. Pero tenemos ese
punto de luz. Él nos quita la ceguera; no nos lleva
de la mano, ni en brazos... aún no es necesario, todavía tenemos que conseguir
llegar al final del túnel, con nuestro esfuerzo y con las ayudas que también
nos vienen de Él, porque son nuestros hermanos que
se sienten como nosotros y también van buscando la misma salida.
Hoy este túnel se llama pandemia. No entendemos muy
bien lo que ha pasado, pero sabemos que necesitamos esa luz que es Jesús y que ha de darnos fortaleza, ánimos, ganas de
empujar todos juntos, a la vez (bueno, en esta ocasión no tan juntos) empujando
en una misma dirección.
Lo bueno –o lo malo- que tiene esta luz es que exige de nosotros una
respuesta coherente, que requiere sinceridad, honestidad, valentía... transparencia, lo llaman; no podemos
hacernos trampas a nosotros, y sobre todo, cuando los otros dependen de nuestra
actitud. La confianza que tenemos cada uno de nosotros en las respuestas de los
demás, la tiene el otro en nuestra respuesta.
No podemos defraudar.
Él va a hacer un barro con su saliva
de AMOR y fraternidad, que pone en cada uno de nosotros y el polvo de nuestra
humanidad esperanzada para darnos la luz
que necesitamos, para matar nuestra oscuridad, y transmitirnos de transparencia que necesitan, nuestros
hermanos para salir adelante.
LECTURA
Al pasar, Jesús
se encontró con un ciego de nacimiento. Sus discípulos le preguntaron: “Maestro,
¿quién tiene la culpa de que esté ciego, él o sus padres?”
Jesús les respondió: “Esta cosa no es por haber pecado él o sus padres, sino
para que Dios obre en él un milagro.
Mientras sea de
día, tengo que hacer el trabajo que el Padre me ha encomendado. Ya se acerca la
noche, cuando no se puede trabajar. Pero mientras yo esté en el mundo, Yo soy
la luz del mundo.”
Al decir esto,
hizo un poco de lodo con tierra y saliva. Untó con él los ojos del ciego y le
dijo: “Anda a lavarte en la piscina de Siloé (que quiere decir: el Enviado).” El ciego fue, se lavó y cuando volvió veía
claramente.
Sus vecinos y
los que lo habían visto pidiendo limosna, decían: “¿No es éste el que venía a
sentarse y pedía limosna?” Unos decían: “Es él.” Otros decían que no, sino que
era parecido. El decía: “Sí, soy yo.” Le preguntaron: “¿Cómo es que ahora
puedes ver?”.
El contestó: “El
hombre a quien llaman Jesús hizo barro, me lo aplicó a los ojos y me dijo que
fuera a lavarme en la piscina de Siloé. Fuí, me lavé y veo.”
Le preguntaron:
“¿Dónde está él?”.
Contestó: “No
sé.”
Era día sábado
cuando Jesús hizo lodo y abrió los ojos al ciego. Los judíos, pues, llevaron
ante los fariseos al que hasta entonces había sido ciego, y otra vez, los
fariseos le preguntaron cómo había sanado de la ceguera. Contestó él: “Me puso
barro en los ojos, me lavé y veo.” Algunos fariseos decían: “Ese hombre no es
de Dios, porque trabaja en día sábado.” Pero otros se preguntaban: ¿Cómo puede
ser pecador un hombre que hace signos como éste?” Y estaban en desacuerdo.
Le preguntaron
al ciego: “Y tú, ¿qué piensas de él, puesto que te ha abierto los ojos?”
El contestó: “Es
un profeta.”
Los judíos no
querían creer que había sido ciego este hombre que ahora veía claramente. Así
es que hicieron llamar a sus padres y les preguntaron: “¿Es éste su hijo que
dicen que nació ciego? ¿Cómo es que ahora ve?”
Los padres
respondieron: “Sabemos que es nuestro hijo y que nació ciego. Cómo ve ahora, o
quién le abrió los ojos, eso no lo sabemos. Preguntadle a él, es mayor de edad
y puede responder por su cuenta.”
Los padres
respondieron esto por miedo a los judíos, pues éstos habían decidió expulsar de
sus comunidades a los que reconocieran que Jesús era el Cristo. Por eso
contestaron: “Es mayor de edad, preguntadle a él.”
Los fariseos
volvieron a llamar al hombre que había sido ciego y le dijeron: “Confiesa la
verdad. Nosotros sabemos que ése que te sanó es un pecador.”
El hombre
respondió: “Yo no sé si es pecador o no. Lo que sé es yo era ciego y ahora veo.”
Le preguntaron:
“¿Qué te hizo?, ¿cómo te abrió los ojos?”.
El les dijo: “Ya
os lo he dicho y no me creísteis. ¿Para qué queréis oírlo otra vez?, ¿vosotros
queréis también haceros discípulos suyos?”
Entonces
comenzaron a insultarlo: “Tú serás discípulo suyo. Nosotros somos discípulos de
Moisés. Sabemos que Dios habló a Moisés, pero, de éste, no sabemos ni siquiera
de dónde es.”
El hombre
contestó: “Esto es lo maravilloso, que vosotros no entendáis de dónde es un
hombre que me abrió los ojos.”
Todo el mundo
sabe que Dios no escucha a los pecadores, sino a los hombres buenos, que lo
respetan y hacen su voluntad. Nunca se ha oído decir que alguien haya abierto
los ojos a un ciego de nacimiento. Si éste no viniera de parte de Dios, no
podría hacer nada de eso.”
Le contestaron
ellos: “Desde tu nacimiento estás en pecado ¿y vienes a darnos lecciones a
nosotros?” Y lo expulsaron.
Jesús supo que
lo habían expulsado y, al encontrarlo, le dijo: “¿Crees tú en el Hijo del
Hombre?”
Este le
contestó: “¿Quién es, Señor, para que crea en él?”
Jesús le
contestó: “Tú lo estás viendo. Soy yo, el que habla contigo.”
El dijo: “Creo,
Señor”, y se arrodilló ante él.
Jesús dijo: “He
venido a este mundo a iniciar una crisis; los que no ven, verán, y los que ven,
van a quedar ciegos.”
Algunos
fariseos estaban al lado de Jesús y le dijeron: “¿Y nosotros también somos
ciegos?” Jesús les contestó: “Si fueran ciegos, no tendríais pecado. Pero como
decís que veis; vuestro pecado persiste.”
Juan 91-41
SALMOPon tu mano en mis ojos
Pon barro y saliva,
y tu mano humana y divina,
en mis ojos para que tengan vista
Pon tu mano en mis ojos miopes,
para que puedan mirar más allá
de la costumbre, la familia y la
comunidad,
y ver al hambriento, al sediento, a
los siempre pobres.
Pon tu mano en mis ojos endurecidos
por el paso de los años y los
fracasos,
para que se transformen
en ojos emocionados, capaces de
llorar.
Pon tu mano en mis ojos cansados,
que no alcanzan a distinguir bien
cosas y personas,
Luz que me
ilumina el camino y que me ayuda a
seguir.
Sol que hasta en la noche brilla fuerte y me hace sonreír.
Fuente de amor y claridad es tu mirada de luz.
Esa luz, sólo puede ser Jesús.....Esa luz...
Rayo duradero que orienta el navegante perdido.
Fuerza de los pobres y afligidos paz de los arrepentidos.
Brillo en las estrellas y universo de bondad y de luz.
Esa luz es claro que es Jesús....Esa luz...
Sigo en paz el camino en la vida porque
eres tú la verdad y la vida lo sé.
Por eso te sigo, Jesús mi amigo.
Quiero caminar de tu mano en total devoción.
Mano que bendice y me perdona y calma mi corazón.
Estrella que nos guía, Luz Divina, ese amor tanta luz.
Y esa luz es claro que es Jesús....Esa luz...
Luz que me ilumina el camino y que me ayuda a seguir.
Sol que hasta en la noche brilla fuerte y me hace sonreír.
Fuente de amor y claridad es tu mirada de luz
Esa luz sólo puede ser Jesús.
Y esa luz es claro que es Jesús.
Esa luz
Sólo puede ser Jesús
Sólo puede ser Jesús
Esa luz
Sólo puede ser Jesús
Sólo puede ser Jesús
Esa luz
Es claro que es Jesús
Es claro que es Jesús
Esa Luz Divina
Esa luz
Esa luz, esa luz
Es claro que es Jesús
Esa Luz Divina
Esa luz
Sólo puede ser Jesús
Es claro que es Jesús
Esa luz
INTERROGANTES
Las dificultades que encontramos en la vida, los problemas que tenemos, el
ritmo de las vivencias que tenemos a niveles familiar, social, laboral y
económico nos someten a situaciones estresantes, parece que se nos cierran las
salidas, que se nos acaban las herramientas para salir adelante. «He venido a
este mundo a iniciar una crisis; los que no ven, verán, y los que ven, van a
quedar ciegos”. Él es nuestra Luz
¿Seguimos a Jesús para que ilumine nuestro caminar, aun a sabiendas que no
siempre resulta fácil?
Aceptarla Luz que Él nos ofrece lleva consigo reflejarla
para que los demás se sirvan de ella; ¿qué estoy dispuesto a poner en mí para
ser Luz para mis hermanos en estos días de crisis?
¿Estoy siendo testimonio de Transparencia,
aceptando en favor del bien común, las normas que se nos imponen de aislamiento?
¿Me impongo la obligación de llamar por teléfono algunas de las personas de
nuestra comunidad que se alegrarían de recibirla?
PETICIONES AL
PADRE
Pedimos a Dios por aquellos hermanos nuestros que necesitan de su presencia,
y fortaleza, de nuestro apoyo y ayuda.
Jesús abre los ojos a un ciego de nacimiento. No se cuestiona si fue por culpa de sus padres o de él mismo; es un Hijo de Dios, que NO VE. El necesita ojos que vean. El ciego, por su parte, no oculta nada, no anda con rodeos, manifiesta lo hechos tal como fueron. No condiciona su conducta a las consecuencias negativas que pueda tener. ¿Hacemos lo posible para VER lo acontecimientos de nuestra vida y de nuestros entornos? ¿Tenemos actitudes concordes con nuestra condición de cristianos en un mundo individualista y agnóstico?
¿Somos valientes para confesar nuestra fe en nuestros ambientes ? Jesús nos invita a ser Luz de nuestro entorno y a ser transparentes, auténticos.
La Cuaresma es el tiempo oportuno para hacernos preguntas, para mirarnos dentro, para hacer emerger nuestras necesidades espirituales más auténticas y pedir ayuda al Señor.
Esto todavía es mas necesario en estos tiempos, que estamos recluidos en nuestros hogares, pasando una cuarentena que nos parece sacada de una película, y que va a poner a prueba nuestra tolerancia, nuestro compromiso con nuestra familia y con nuestra sociedad.
La tolerancia se erige como valor básico para convivir armónicamente y pacíficamente. No sólo se trata de permitir lo que los demás digan o hagan, sini de reconocer y aceptar la individualidad y las diferencias de cada ser humano. Se considera que la tolerancia se constituye la base de la buena convivencia entre personas de diferentes culturas, credos, razas, y modos de vida.
Jesús en su encuentro con la samaritana nos invita a imitarle, en su aceptación de los demás.
INTERROGANTES
La necesidad de juzgar, de condenar, de aislar al que no
piensa como nosotros, es la mejor prueba de incomprensión del evangelio. Todo
fundamentalismo es fruto de la misma actitud, una falta de confianza en Dios y
en la Vida.
¿Nos quitamos la viga de nuestro ojo que nos impide ver con claridad, antes de tratar de quitar la paja en el ojo ajeno?
¿Respetamos a las persona que creen y opinan diferente a nosotros?
¿Aceptamos a todas las personas si distinción de credos, razas, ideologías y modos de vida ?
SALMO
Tolerancia, es lo que aprendemos en tu compañía
Elije amar en vez de odiar, crear en vez de destruir,
perseverar en vez de claudicar,
alabar en vez de criticar,
curar en vez de herir, reconciliar en vez de pelear,
enseñar en vez de esconder, distribuir en vez de robar,
actuar en vez de aplazar, crecer en vez de conservar.
Tolerancia, es lo que aprendemos en tu compañía
Elije ser en vez de aparentar,
comprender en vez de juzgar,
unir en vez de separar, alumbrar en vez de esconder,
bendecir en vez de blasfemar, dar en vez de recibir.
compartir en vez de almacenar,
cuidar en vez de malgastar,
sembrar en vez de cosechar... y en vez de morir vivirás.
Tolerancia, es lo que aprendemos en tu compañía
Los que tienen ideas diferentes,
tal vez no sean intratables.
Los que no te son simpáticos,
tal vez sean buenas personas.
Los que defienden otros valores,
tal vez no estén equivocados.
Los que razonan de otro modo,
tal vez no sean unos ignorantes.
Los que te contradicen, tal vez tengan razón.
Tolerancia, es lo que aprendemos en tu compañía
Los que siguen otros credos,
tal vez te ayuden a llegar a la verdad.
Los que no hacen las cosas como tú,
tal vez descubran nuevos caminos.
Los que tienen más éxito,
tal vez se lo hayan merecido.
Los que tienen más edad, tal vez sepan más que tú.
Los que son más jóvenes, tal vez no sean unos inexpertos.
Tolerancia, es lo que aprendemos en tu compañía
Los que te dicen una palabra amable,
tal vez lo hagan desinteresadamente.
Los que te hacen favores,
tal vez lo hagan de mil amores.
Los que tienen mejor posición social,
tal vez sean muy honrados.
Los que no van en tu dirección, tal vez te respeten.
Los que no te lo ponen fácil,
tal vez te ayuden a renovar la ilusión cada día.
Tolerancia, es lo que aprendemos en tu compañía
Y sabrás por qué mi palabra es palabra de vida
y buena noticia, tolerante y alejada de anatemas.
Tolerancia, es lo que aprendemos en tu compañía
AUDICIÓN
"Tolerancia" de Wilfredo Yac
Aunque todos no seamos iguales,en las ideas y los ideales. Aunque todos seamos diferentes,en nuestros actos y en nuestras mentes. El respetarnos, eso es tolerancia, el aceptarnos eso es tolerancia. Por eso…. ACEPTO…como tú eres… RESPETO…Como tú eres… COMPRENDO…que único eres… VALIOSO eres tú.
ORACIÓN FINAL
Señor, Padre mío,
acudo hoy a ti, porque se que eres mi creador,
grande, único, omnipotente y misericordioso.
Si no me escuchas tú, en mis aflicciones
¿Quién lo hará?
Estoy sufriendo, Dios mío.
Solo tu sabes cuanto.
Estoy atrapado por circunstancias adversas,
que no sé como solucionar.
Mírame con compasión, con benevolencia,
y préstame tu ayuda,
ayúdame a salir de mis conflictos,
los que entorpecen mi vida,
y los que maltratan mi espíritu,
porque yo no sé como encontrar una solución.
Estoy deprimido, desalentado, derrotado,
busco una solución y no la encuentro,
lo que parece bien para unos,
es maligno para otros,
y yo no quiero causar daños a nadie,
solo quiero vivir mi vida en libertad.
Señor, hoy con toda humildad te pido,
protección y ayuda,
para que me ayudes
a que mis pensamientos y decisiones,
sean tolerados y respetados,
que quienes no los comparten,
los respeten y acepten,
porque mis decisiones son libres,
y no por ello, tienen que ser a gusto de todos.
Concédeme el respeto a mis decisiones, Padre mío,
yo puedo estar equivocado, Señor,
todos cometemos errores,
pero quizás no lo esté,
y hago lo que me dicta mi conciencia,
creyendo estar acertado.
Dame Señor, el respeto de los demás,
que toleren al igual que yo tolero,
que acepten como yo acepto,
que respeten igual que yo respeto,
y de esta manera lleguemos al entendimiento mutuo.
La mujer que se presenta a Jesús, tenía todas las condiciones para ser rechazada por Jesús (un judío, varón, religioso cumplidor de la ley).
Ella era mujer, samaritana, conviviente con cinco varones que abandonó y unida a otro del que no era esposa (una pecadora).
En nuestra sociedad, nos relacionamos con muchas personas de características muy variadas. Son personas y nada más. Pero nosotros les vamos colgando carteles que condicionan nuestras actitudes hacia ellos.
Jesús en su encuentro con la samaritana nos invita a imitarle, en su aceptación de los demás.
Os remitimos a la nota del Obispado de Santander con las instrucciones a cumplir con motivo de la alarma sanitaria. Seguiremos informando si hay novedades. ¡¡¡¡Estad atentos!!!!
El Padre nos pide en el Tabor que aceptemos y escuchemos a JESÚS, su Hijo amado, su predilecto. Nuestro compromiso como cristianos es seguir sus pasos, tenerlo de MODELO en nuestra vida.
¿Cuáles son nuestros líderes en nuestra sociedad? ¿Cuáles son los valores que ha de tener quien quiere ser cabecilla de algo?