Tiempo
de Pascua
jueves de la tercera semana
Oración del atardecer
Vísperas
(Se hace la señal de la cruz mientras se
dice:)
V/. -Dios mío, ven en mi auxilio.
R/. -Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre y al Hijo y al
Espíritu Santo
como era en el principio, ahora y
siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya
Himno: Cristo ha resucitado
1.
Cristo ha resucitado. Cristo ha resucitado
Resucitemos con Él, Cristo nuestra vida,
Aleluya,
aleluya. Cristo ha resucitado, aleluya
2.
Muerte y vida lucharon Cristo ha resucitado
y la muerte fue vencida. Cristo nuestra vida,
3.
Es el grano que muere. Cristo ha resucitado
para el triunfo de la espiga. Cristo nuestra vida,
4.
Cristo es nuestra esperanza. Cristo ha
resucitado,
nuestra paz y nuestra vida. Cristo nuestra vida,
5.
Vivamos vida nueva. Cristo ha resucitado
el bautismo es nuestra Pascua. Cristo nuestra vida,
6.
Cristo ha resucitado. Cristo ha resucitado
resucitemos con Él. Cristo nuestra vida,
Salmodia
Salmo
131 - I: Promesas a la casa de
David.
Ant.: El Señor Dios le
ha dado el trono de David su Padre. Aleluya.
Señor, tenle en cuenta a David
todos sus afanes:
cómo juró al Señor
e hizo voto al Fuerte
de Jacob:
"No entraré bajo el techo de mi casa,
no subiré al lecho de
mi descanso,
no daré sueño a mis
ojos,
ni reposo a mis
párpados,
hasta que encuentre un
lugar para el Señor,
una morada para el
Fuerte de Jacob".
Oímos que estaba en Efrata,
la encontramos en el
Soto de Jaar:
entremos en su morada,
postrémonos ante el
estrado de sus pies.
Levántate, Señor, ven a tu mansión,
ven con el arca de tu
poder:
que tus sacerdotes se
vistan de gala,
que tus fieles
vitoreen.
Gloria al
Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
como era en el
principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant.: El Señor Dios le
ha dado el trono de David su Padre. Aleluya.
Salmo
131 - II:
Ant.: Jesucristo es el único
Soberano, Rey de los reyes, y Señor de los señores. Aleluya.
El Señor
ha jurado a David
una promesa que no retractará:
"A uno de tu
linaje
pondré sobre tu trono.
Si tus hijos
guardan mi alianza
y los mandatos que les
enseño,
también sus hijos, por
siempre,
se sentarán sobre tu
trono".
Porque el
Señor ha elegido a Sión,
ha deseado vivir en
ella:
"Ésta es mi
mansión por siempre,
aquí viviré, porque la
deseo.
Bendeciré
sus provisiones,
a sus pobres los
saciaré de pan,
vestiré a sus
sacerdotes de gala,
y sus fieles aclamarán
con vítores.
Haré
germinar el vigor de David,
enciendo una lámpara
para mi Ungido.
A sus enemigos los
vestiré de ignominia,
sobre él brillará mi
diadema".
Gloria al
Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
como era en el
principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant.: Jesucristo es el único Soberano, Rey de los reyes, y Señor de los señores. Aleluya.
Cántico: Apocalipsis 11: El juicio de Dios
Ant: ¿Quién como tú, Señor, entre los dioses? ¿Quién como
tú, terrible entre los santos. Aleluya.
Gracias te damos, Dios Padre nuestro,
el que eres y el que
eras,
porque has asumido el
gran poder
y comenzaste a reinar.
Se encolerizaron las gentes,
llegó tu cólera,
y el tiempo de que sean
juzgados los muertos,
y de dar el galardón a
tus siervos, los profetas,
y a los santos y a los
que temen tu nombre,
y a los pequeños y a
los grandes,
y de arruinar a los que
arruinaron la tierra.
Ahora se estableció la salud y el poderío,
y el reinado de nuestro
Dios,
y la potestad de su
Cristo;
porque fue precipitado
el acusador de nuestros
hermanos,
el que los acusaba ante
nuestro Dios día y noche.
Ellos le vencieron en virtud de la sangre del Cordero
y por la palabra del
testimonio que dieron,
y no amaron tanto su
vida que temieran la muerte.
Por esto, estad
alegres, cielos,
y los que moráis en sus
tiendas.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
como era en el
principio, ahora y siempre,
por los siglos de los
siglos. Amén.
Ant: ¿Quién como tú, Señor, entre los dioses? ¿Quién como tú,
terrible entre los santos. Aleluya.
Lecturas Tu palabra me da vida
Primera
lectura Libro de los Hechos de los
Apóstoles 8, 26-40.
Siguió su viaje lleno de alegría.
En aquellos días, el ángel del Señor le dijo a
Felipe:
- “Ponte en camino hacia el Sur, por la
carretera de Jerusalén a Gaza, que cruza el desierto”.
Se puso en camino y, de pronto, vio venir a un
etíope; era un eunuco, ministro de Candaces, reina de Etiopía e intendente del
tesoro, que había ido en peregrinación a Jerusalén. Iba de vuelta, sentado en
su carroza, leyendo el profeta Isaías.
El Espíritu dijo a Felipe:
- “Acércate y pégate a la carroza”.
Felipe se acercó corriendo, le oyó leer el
profeta Isaías, y le preguntó:
- “¿Entiendes lo que estás leyendo?”.
Contestó:
- “¿Y cómo voy a entenderlo, si nadie me lo
explica?”.
Invitó a Felipe a subir y a sentarse con él. El
pasaje de la Escritura que estaba leyendo era éste:
“Como cordero llevado
al matadero, como oveja ante el esquilador, enmudecía y no abría la boca. Sin
defensa, sin justicia se lo llevaron.
¿Quién meditó en su destino? Lo
arrancaron de los vivos”.
El eunuco le preguntó a Felipe:
- “Por favor, ¿de quién dice esto el profeta?;
¿de él mismo o de otro?”.
Felipe se puso a hablarle y, tomando pie de
este pasaje, le anunció el Evangelio de Jesús. En el viaje llegaron a un sitio
donde había agua, y dijo el eunuco:
- “Mira, agua. ¿Qué dificultad hay en que me
bautice?”.
Mandó parar la carroza, bajaron los dos al
agua, y Felipe lo bautizó. Cuando salieron del agua, el Espíritu del Señor
arrebató a Felipe. El eunuco no volvió a verlo, y siguió su viaje lleno de
alegría.
Felipe fue a parar a Azoto y fue evangelizando
los poblados hasta que llegó a Cesarea.
En aquellos días, Esteban decía al pueblo, a
los ancianos y a los escribas:
Canto:
Humanidad (Gen
Rosso)
1.
Humanidad,
hay una nueva aurora que se acerca.
Humanidad despierta, saluda al nuevo sol
que se levanta.
Hay muchos hijos tuyos que buscan la
verdad.
Les imponen guerras y sólo piden paz.
Les ofrecen piedras y solo quieren pan.
2.
América
llora por un color
en Asia se sufre sin saber bien la
razón,
en Medio Oriente hoy sólo hablan las
balas del cañón
en África se matan hermanos de nación.
3.
Muéstranos
un mundo
con continentes nuevos y vivos
con gente en libertad, amor, justicia y
paz.
¡Vuelve,
Dios, al mundo!.
¡Vuelve,
Dios al mundo!.
¡Vuelve,
Dios al mundo!.
4.
Queremos
que fecundes esta tierra.
Te hemos cambiado por ideas, dinero y
traición.
Te hemos olvidado por un poco de
confort.
¡Vuelve,
Dios, al mundo!.
¡Vuelve,
Dios al mundo!.
¡Vuelve,
Dios al mundo!.
5.
En
los que están callados hablarás
Grítanos bien fuerte: ¡Creed en el
amor¡.
Grítanos bien fuerte: ¡Soy la
revolución¡.
¡Vuelve!,
¡vuelve!, ¡vuelve!.
Evangelio Juan
6, 44-51
Yo soy el pan vivo que ha bajado del
cielo del cielo.
En aquel
tiempo, dijo Jesús a la gente:
- ”Nadie puede
venir a mí, si no lo atrae el Padre que me ha enviado.
Y yo lo
resucitaré el último día.
Está escrito
en los profetas: "Serán todos discípulos de Dios".
Todo el que
escucha lo que dice el Padre y aprende viene a mí.
No es que
nadie haya visto al Padre, a no ser el que procede de Dios: ése ha visto al
Padre.
Os lo aseguro:
el que cree tiene vida eterna.
Yo soy el pan
de la vida. Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron: éste es
el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera.
Yo soy el pan
vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre.
Y el pan que
yo daré es mi carne para la vida del mundo”.
Reflexión:
La persecución contra los judíos cristianos de origen
griego, en Jerusalén, obligó a Felipe a convertirse en predicador itinerante.
Él conoce e interpreta las Escrituras a la luz de la resurrección de Cristo.
Ante los nuevos escenarios sociales, él adecúa el
sentido de lo acontecido en Jesús de Nazaret a las circunstancias de sus oyentes,
como en el caso del eunuco, a quien, por no poder cumplir el mandamiento divino
de multiplicarse, la fe judía le clausuraba el acceso a la alianza; el bautismo
cristiano, por el contrario, le abre la puerta a la salud de Cristo.
El Espíritu pide romper las barreras sociales y
relacionales levantadas, muchas veces, argumentando la religión y las buenas
costumbres.
Pensemos en las dolorosas situaciones de homosexuales,
divorciados, clérigos secularizados... pero también en formas que perpetúan
abusos en los diversos ámbitos de la vida, desde el doméstico al eclesial, del
laboral y el legal.
El papa Francisco ha llamado la atención sobre muchos
de estos tópicos que afectan directamente a nuestras familias. ¿A quién y por
qué excluimos de nuestro círculo de relaciones? ¿Para quién hemos sido
anunciadores del Evangelio?
Responsorio Breve
Ant.: Yo soy el pan de vida. Aleluya,
aleluya.
El que coma de
este pan vivirá. Aleluya,
aleluya
Gloria al Padre y al Hijo y al
Espíritu Santo
Yo
soy el pan de vida. Aleluya, aleluya.
Magníficat.
Proclama
Mi Alma
Ant: Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo: el
que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo os daré es mi carne
para la vida del mundo. Aleluya.
(Se hace la
señal de la cruz mientras se comienza a cantar)
† Proclama mi
alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque Él que es grande, maravillas ha hecho en mí
porque Él que es grande, maravillas ha hecho en mí
Santo es su Nombre
1. Porque
quiso mirar la condición de su humilde esclava.
Desde ahora toda generación, me llamará bienaventurada.
2. Para
aquellos que temen al Señor su misericordia es eterna.
A los soberbios su brazo disperso y a los sencillos dio cosas buenas.
3. a
los hambrientos de bienes colmó y a los ricos despidió sin nada.
A Israel, su siervo acogió, recordando la promesa dada
Ant: Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo: el
que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo os daré es mi carne
para la vida del mundo Aleluya.
Preces
Glorifiquemos a Cristo,
que resucitó de entre los muertos el primero de todos, y supliquémosle,
diciendo:
- Tú que has resucitado de entre los muertos, escucha,
Señor, nuestra oración.
Acuérdate, Señor, de tu
Iglesia santa, edificada sobre el cimiento de los apóstoles y extendida hasta
los confines del mundo:
- que tus beneficios abundantes se derramen sobre cuantos
creen en ti.
Tú, Señor, que eres el
médico de nuestros cuerpos y de nuestras almas,
- visítanos con tu amor y sálvanos.
Tú que experimentaste
los dolores de la cruz y ahora estas lleno de gloria,
- levanta y consuela a los enfermos y líbralos de sus
sufrimientos.
Tú que anunciaste la
resurrección a los que yacían en las tinieblas del abismo,
- libra a los prisioneros y oprimidos, y da pan a los
hambrientos.
Tú, Señor, que en la
cruz destruiste nuestra muerte y mereciste para todos el don de la
inmortalidad,
- concede a nuestros hermanos difuntos la vida nueva de tu
reino.
Ya que por Jesucristo
somos hijos de Dios, oremos con confianza a Dios, nuestro Padre:
Padre nuestro
El
padrenuestro Alejandro Mejía
Padre
nuestro que estás en los cielos,
santificado
sea tu Nombre.
Venga
a nosotros tu Reino;
venga
a nosotros tu Reino
y
hágase tu voluntad
así
en la tierra como en el cielo.
El
pan nuestro de cada día dánosle hoy
y
perdónanos nuestras deudas,
así
como perdonamos a nuestros deudores.
No
nos dejes caer en la tentación,
y
líbranos del mal.
Final
Dios misericordioso y eterno, que en estos días de pascua nos has revelado más claramente tu amor y nos has permitido conocerlo con más profundidad, concede a quienes has librado de las tinieblas del error adherirse con firmeza a las enseñanzas de tu verdad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
Dios misericordioso y eterno, que en estos días de pascua nos has revelado más claramente tu amor y nos has permitido conocerlo con más profundidad, concede a quienes has librado de las tinieblas del error adherirse con firmeza a las enseñanzas de tu verdad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
Canto a María
Mare mía - (Diana
Navarro)
Mare mía,
mare mía, Bendita seas. Ave, Ave, mare mía.
Mare mía,
mare mía, Caricia buena. Ave, Ave, cada día.
Amor de
hambre, Amor de sangre, Un amor de Madre.
Ah, ah, Tú
me das la vida, Tú me das la vida.
Ah, ah, ¡Ay,
amor, ay amor!
Amor de
hambre, Amor de sangre, Un amor de Madre.
Ah, Tú me
das la vida...
Aunque parece que ya...
Todavía es pronto,
¡quédate en casa!