Tiempo Ordinario
(Se hace la
señal de la cruz y se dice:)
- Dios mío, ven
en mi auxilio.
- Señor, date
prisa en socorrerme.
- Gloria al Padre
y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en un principio ahora y siempre. Por
los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno: Porque los pobres no tienen (Quilapayún 1974)
1. Porque los pobres no tienen
adonde
volver la vista,
la
vuelven hacia los cielos
con
la esperanza infinita
De encontrar lo que su
hermano
en
este mundo le quita
¡Palomita! ¡Qué cosas tiene la vida Ay zambita!
2. Porque
los pobres no tienen
adonde volver la voz,
la vuelven hacia los cielos,
buscando una confesión,
ya que su hermano no escucha
la voz de su corazón.
3. Porque
los pobres no tienen
en este mundo esperanzas;
se amparan en la otra vida
como a una justa balanza.
Por eso las procesiones,
las velas, las alabanzas.
4. De
tiempos inmemoriales
que se ha inventado el infierno
para asustar a los pobres
con sus castigos eternos.
Y el pobre, que es inocente,
con su inocencia, creyendo
5. El
cielo tiene las riendas,
la tierra y el capital;
y a los soldados del Papa,
les llena bien el morral;
y al que trabaja le meten
la gloria como un bozal
6. Para
seguir la mentira
lo llama su confesor;
le dice que Dios no quiere
ninguna revolución,
ni pliegos, ni sindicatos;
que ofende su corazón.
Salmodia:
Salmo 61 La paz en Dios.
Salmo 61 La paz en Dios.
Ant.: Aguardamos la alegre esperanza, la aparición gloriosa de
nuestro Salvador.
Sólo en Dios descansa mi alma,
porque de él viene mi
salvación;
sólo él es mi roca y mi
salvación,
mi alcázar: no
vacilaré.
¿Hasta
cuándo arremeteréis contra un hombre
todos juntos, para
derribarlo
como a una pared que
cede
o a una tapia ruinosa?
Sólo
piensan en derribarme de mi altura,
y se complacen en la
mentira:
con la boca bendicen,
con el corazón
maldicen.
Descansa
sólo en Dios, alma mía,
porque él es mi
esperanza;
sólo él es mi roca y mi
salvación,
mi alcázar: no
vacilaré.
De Dios
viene mi salvación y mi gloria,
él es mi roca firme,
Dios es mi refugio.
Pueblo
suyo, confiad en él,
desahogad ante él
vuestro corazón,
que Dios es nuestro
refugio.
Los
hombres no son más que un soplo,
los nobles son
apariencia:
todos juntos en la
balanza subirían
mas leves que un soplo.
No
confiéis en la opresión,
no pongáis ilusiones en
el robo;
y aunque crezcan
vuestras riquezas,
no les deis el corazón.
Dios ha
dicho una cosa,
y dos cosas que he
escuchado:
"Que
Dios tiene el poder
y el Señor tiene la
gracia;
que tú pagas a cada uno
según sus obras.".
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
como era en el
principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant.: Aguardamos la alegre esperanza, la aparición gloriosa de
nuestro Salvador.
Salmo 66 Que todos los pueblos alaben
al Señor.
Ant.: Que Dios ilumine su rostro sobre nosotros y nos
bendiga.
El
Señor tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre
nosotros;
conozca la tierra tus
caminos,
todos los pueblos tu
salvación.
Oh
Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos
te alaben.
Que
canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo
con justicia,
riges los pueblos con
rectitud
y gobiernas las
naciones de la tierra.
Oh
Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos
te alaben.
La
tierra ha dado su fruto,
nos bendice el Señor,
nuestro Dios.
Que Dios nos bendiga;
que le teman
hasta los confines del
orbe..
Gloria
al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
como era en el
principio, ahora y siempre,
por los siglos de los
siglos. Amén.
Ant.: Que Dios ilumine su rostro sobre nosotros y nos
bendiga.
Cántico: Colosenses 1,12-20: Himno a Cristo, primogénito
de toda criatura y primer
resucitado de entre los muertos
Ant.: Por
medio
de Él fueron creadas todas las cosas, y todo se mantiene en Él.
Damos
gracias a Dios Padre,
que nos ha hecho
capaces de compartir
la herencia del pueblo
santo en la luz.
Él nos ha
sacado del dominio de las tinieblas,
y nos ha trasladado al
reino de su Hijo querido,
por cuya sangre hemos
recibido la redención,
el perdón de los
pecados.
Él es
imagen de Dios invisible,
primogénito de toda
criatura;
porque por medio de Él
fueron creadas todas
las cosas:
celestes y terrestres,
visibles e invisibles,
Tronos, Dominaciones,
Principados, Potestades;
todo fue creado por Él
y para Él.
Él es
anterior a todo, y todo se mantiene en Él.
Él es también la cabeza
del cuerpo: de la Iglesia.
Él es el principio, el
primogénito de entre los muertos,
y así es el primero en
todo.
Porque en
Él quiso Dios que residiera toda la plenitud.
Y por Él quiso
reconciliar consigo todos los seres:
los del cielo y los de
la tierra,
haciendo la paz por la
sangre de su cruz.
Gloria al
Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
como era en el
principio, ahora y siempre,
por los siglos de los
siglos. Amén.
Ant.: Por
medio
de Él fueron creadas todas las cosas, y todo se mantiene en Él.
Lecturas Que tu palabra nos
cambie el corazón
Que
tu palabra nos cambie el corazón.
Que
tu palabra nos cambie el corazón.
Transforma
en nieve el carbón de nuestro gris corazón
Que
tu palabra nos cambien el corazón
Primera lectura Segundo
libro de los Reyes 2, 1.6
- 14.
Los separó un carro de fuego, y Elías subió al cielo.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
- “Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los
hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario, no tendréis recompensa de
vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no vayas tocando la
trompeta por delante, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las
calles, con el fin de ser honrados por los hombres; os aseguro que ya han
recibido su paga.
Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano
izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto, y tu
Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará.
Cuando recéis, no seáis como los hipócritas, a quienes les
gusta rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que
los vea la gente. Os aseguro que ya han recibido su paga.
Tú, cuando vayas a rezar, entra en tu aposento, cierra la
puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y tu Padre, que ve en lo
escondido, te lo pagará.
Cuando ayunéis, no andéis cabizbajos, como los hipócritas
que desfiguran su cara para hacer ver a la gente que ayunan. Os aseguro que ya
han recibido su paga.
Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate
la cara, para que tu ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre, que está en lo
escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará”.
Vengan a mí los cautivos
Vengan a mí los que heridos están
Que yo
los liberare, que yo los aliviare con mi Amor…
Vengan a mí los enfermos
Vengan a mí los que heridos están
Que yo los levantare,
Que yo
los sanare, con mi Amor...
Vengan a mí los cansados
Vengan a mí los sedientos
Vengan a mí con sus pecados
Que los
sanare, los liberare, los salvare con mi Amor….
Vengan
a mí, soy su Dios...
Evangelio Mateo
11, 25-30.Has escondido estas cosas a los
sabios y las has revelado a la gente sencilla.
En aquel tiempo,
exclamó Jesús:
- “Te doy gracias,
Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y
entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha
parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más
que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se
lo quiera revelar.
Venid a mí todos los
que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y
aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro
descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera”.
Reflexión:
Jesús no tuvo problemas con la gente sencilla. El
pueblo sintonizaba fácilmente con él. Aquellas gentes humildes que vivían
trabajando sus tierras para sacar adelante una familia, acogían con gozo su
mensaje de un Dios Padre, preocupado de todos sus hijos, sobre todo, de los más
olvidados.
Los más desvalidos
buscaban su bendición: junto a Jesús
sentían a Dios más cercano. Muchos enfermos, contagiados por su fe en un
Dios bueno, volvían a confiar en el Padre del cielo. Las mujeres intuían que
Dios tiene que amar a sus hijos e hijas como decía Jesús, con entrañas de
madre.
El pueblo sentía que Jesús, con su forma de hablar de
Dios, con su manera de ser y con su modo de reaccionar ante los más pobres y
necesitados, le estaba anunciando al Dios que ellos necesitaban. En Jesús
experimentaban la cercanía salvadora de Padre.
La actitud de los “entendidos” era diferente. Lo que
al pueblo sencillo le llena de alegría a ellos les indigna. Los maestros de la ley no pueden entender que
Jesús se preocupe tanto del sufrimiento y tan poco del cumplimiento del sábado.
Los dirigentes religiosos de Jerusalén lo miran con recelo: el Dios Padre del
que habla Jesús no es una Buena Noticia, sino un peligro para su religión.
Para Jesús, esta reacción tan diferente ante su
mensaje no es algo casual. Al Padre le parece lo mejor. Por eso le da gracias
delante de todos: «Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra,
porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y las has dado a
conocer a los sencillos. Sí, Padre, así te ha parecido mejor».
También hoy el pueblo sencillo capta mejor que nadie
el Evangelio. No tienen problemas para sintonizar con Jesús. A ellos se les
revela el Padre mejor que a los “entendidos” en religión. Cuando oyen hablar de
Jesús, confían en él de manera casi espontánea.
Hoy, prácticamente, todo lo importante se piensa y se
decide en la Iglesia, sin el pueblo sencillo y lejos de él. Sin embargo,
difícilmente, se podrá hacer nada nuevo y bueno para el cristianismo del futuro
sin contar con él. Es el pueblo sencillo el que nos arrastrará hacia una
Iglesia más evangélica, no los teólogos ni los dirigentes religiosos.
Hemos de redescubrir el potencial evangélico que se
encierra en el pueblo creyente. Muchos cristianos sencillos intuyen, desean y
piden vivir su adhesión a Cristo de manera más evangélica, dentro de una
Iglesia renovada por el Espíritu de Jesús. Nos están reclamando más evangelio y
menos doctrina. Nos están pidiendo lo esencial, no frivolidades.
Responsorio Breve
Ant.: Guárdanos, Señor, como a las niñas
de tus ojos.
A la sombra de tus alas escóndenos.
Gloria al Padre y al Hijo y al
Espíritu Santo
Guárdanos,
Señor, como a las niñas de tus ojos..
Magníficat. Magnificat
- Mina
Ant: Haz, Señor, proezas con tu brazo: dispersa a
los soberbios y enaltece a los humildes..
† (se
hace la señal de la cruz mientras se comienza a cantar en latín) (traducción)
Magnificat anima mea Glorifica mi alma al Señor,
Magnificat
Dominum et exultavit Glorifica al Señor y se alegra
spiritus meus in Deo mi espíritu en Dios
salutari meo. mi salvación
Magnificat, Magnificat. Glorifica, Glorifica.
Quia respexit
humilitatem porque ha mirado la humildad
ancillae suae: de su esclava:
ecce enim ex hoc He aquí que, por eso,
beateam me dicent me dirán dichosa
omnes generationes, todas las generaciones
(música) ......................................................
Magnificat, anima mea Glorifica mi alma
Magnificat, Dominum et exultavit Glorifica al Señor y se alegra
spiritus meus in Deo mi espíritu en Dios
salutari meo. mi salvación.
Magnificat,
Magnificat. Glorifica, Glorifica.
Quia
fecit mihi magnam Porque hizo en mi cosas
grandes
qui
potens est, El que todo lo puede
et
sanctum nomen eius. Y santo es su nombre
Magnificat,
Magnificat, Glorifica, Glorifica.
Dominum
et exultavit al Señor y se alegra
spiritus
meus in Deo mi espíritu en Dios mi
salvación
Glorifica,
Glorifica. Magnificat, Magnificat.
Ant: Santa Catalina, siempre y en todas partes,
buscaba, encontraba, y estaba unida a Dios por medio de un afecto amoroso nunca
interrumpido. Aleluya.
Preces
Aclamemos, hermanos, a
Dios, nuestro salvador, que se complace en enriquecernos con sus dones, y digámosle
con fe:
- Multiplica la
gracia y la paz, Señor
Dios eterno, mil años
en tu presencia son como un ayer que pasó;
- ayúdanos a
recordar siempre que nuestra vida es como hierba que florece por la mañana, y
por la tarde se seca.
Alimenta a tu pueblo
con el maná, para que no perezca de hambre,
- y dale el agua viva, para
que nunca más tenga sed.
Que tus fieles busquen
los bienes de arriba y aspiren a ellos,
- y te glorifiquen también
con su trabajo y su descanso.
Concede, Señor, buen
tiempo a las cosechas,
- para que la tierra dé fruto
abundante.
Líbranos, Señor, de
todo peligro,
- y bendice nuestros hogares.
Que los difuntos puedan
contemplar tu faz,
- y que
nosotros tengamos un día parte en su felicidad.
Confiemos nuestras
súplicas a Dios, nuestro Padre, terminando esta oración con las palabras que el
Señor nos enseñó:
A modo de Padrenuestro
Elegia a Ramón Sijé - (Miguel Hernández / Joan Manuel Serrat)
"En Orihuela, su pueblo y el mío se me ha muerto como
del rayo Ramón Sijé, a quien tanto quería.
Yo quiero
ser llorando en hortelano
de la
tierra que ocupas y estercolas,
compañero
del alma tan temprano.
Alimentando
lluvias, caracolas
y órganos
mi dolor sin instrumentos,
a las
desalentadas amapolas
daré tu
corazón por alimento.
Tanto
dolor se agrupa en mi costado,
que por
doler, me duele hasta el aliento.
Un
manotazo duro, un golpe helado,
un
hachazo invisible y homicida,
un
empujón brutal te ha derribado.
No hay
extensión mas grande que mi herida,
lloro mi
desventura y sus conjuntos
y siento
más tu muerte que mi vida.
Ando
sobre rastrojos de difuntos,
y sin
calor de nadie y sin consuelo
voy de mi
corazón a mis asuntos.
Temprano
levantó la muerte el vuelo,
temprano
madrugó la madrugada,
temprano
estás rodando por el suelo.
No
perdono a la muerte enamorada,
no
perdono a la vida desatenta,
no perdono
a la tierra ni a la nada.
En mis
manos levanto una tormenta
de
piedras, rayos y hachas estridentes,
sedientas
de catástrofes y hambrienta.
Quiero
escarbar la tierra con los dientes,
quiero
apartar la tierra parte a parte
a
dentelladas secas y calientes.
Quiero
minar la tierra hasta encontrarte
y besarte
la noble calavera
y
desamordazarte y regresarte.
Volverás
a mi huerto y a mi higuera
por los
altos andamios de las flores
pajareará
tu alma colmenera
de
angelicales ceras y labores.
Volverás
al arrullo de las rejas
de los
enamorados labradores.
Alegrarás
la sombra de mis cejas
y tu
sangre se irá a cada lado
disputando
tu novia y las abejas.
tu
corazón sea terciopelo ajado,
llama a
un campo de almendras espumosas
mi
avariciosa voz de enamorado.
A las
aladas almas de las rosas
de
almendro de nata te requiero
que
tenemos que hablar de muchas cosas
compañero
del alma, compañero"
Final
Señor
Dios nuestro, hemos escuchado la palabra de tu Hijo. Ya que él no tenía miedo
de comprometerse en favor de gente voluble, te pedimos que liberes nuestra fe
de toda superficialidad y rutina y que nos ayudes a comprometernos con los
demás sin miedos y sin condiciones. Porque tú nos has amado primero en Cristo
Jesús nuestro Señor. Amén.
Canto a María
Hoy he vuelto
Madre– (Coro Angelus)
Cuántas
veces siendo niño te recé
Con
mis besos, te decía que te amaba
Poco
a poco, con el tiempo, alejándome de Ti
Por
caminos que se alejan, me perdí
Por
caminos que se alejan, me perdí
Y hoy he vuelto, madre, a recordar
Cuántas cosas dije ante tu altar
Y al rezarte puedo comprender
Que una madre no se cansa de esperar
Que una madre no se cansa de esperar
Al
regreso, me encendías una luz
Sonriendo
desde lejos, me esperabas
En
la mesa, la comida aún caliente y el mantel
Y
tu abrazo es mi alegría de volver
Y
tu abrazo es mi alegría de volver
Aunque
el hijo se alejara del hogar
Una
madre siempre espera su regreso
El
regalo más hermoso que a los hijos da el Señor
Es
su madre y el milagro de su amor
Es
su madre y el milagro de su amor
No hay comentarios:
Publicar un comentario