Bonifacio,
patrón de la Iglesia alemana
(Se hace la
señal de la cruz y se dice:)
- Dios mío, ven
en mi auxilio.
- Señor, date
prisa en socorrerme.
- Gloria al
Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya
HIMNO Venían del desierto (Víctor Jara)
Venían del
desierto, de los cerros y del mar.
El corazón
se desató y largó a caminar.
Sabían de la
muerte, lo duro que es el pan.
Venían del desierto, de los cerros y del mar
Venían del desierto, de los cerros y del mar
El camarada
les habló de nuestra humanidad:
la historia de la mina, del campo y la ciudad.
la historia de la mina, del campo y la ciudad.
Vibró en el
alma tanta humillación;
y toda aquella
multitud comprendió la hermandad
Volvieron al
trabajo, minero y pescador,
cantando la
esperanza, labrando la unión,
Con cañas y
tambores y flautas de metal,
sembrando
las semillas que todos gozarán
Salmodia
Salmo 40 Oración de
un enfermo
Ant. 1: Sáname, Señor, porque
he pecado contra ti.
Dichoso
el que cuida del pobre y desvalido;
en el día aciago lo
pondrá a salvo el Señor.
El Señor lo guarda y lo conserva en vida,
para que sea dichoso en
la tierra,
y no lo entrega a la
saña de sus enemigos.
El Señor lo sostendrá en el lecho del dolor,
calmará los dolores de
su enfermedad.
Yo dije: «Señor, ten misericordia,
sáname, porque he
pecado contra ti.»
Mis enemigos me desean lo peor:
«A ver si se muere, y
se acaba su apellido.»
El que viene a verme habla con fingimiento,
disimula su mala
intención,
y, cuando sale afuera,
la dice.
Mis adversarios se reúnen a murmurar contra mí,
hacen cálculos
siniestros:
«Padece un mal sin
remedio,
se acostó para no
levantarse.»
Incluso mi amigo, de quien yo me fiaba,
que compartía mi pan,
es el primero en
traicionarme.
Pero tú, Señor, apiádate de mí,
haz que pueda
levantarme,
para que yo les dé su
merecido.
En esto conozco que me amas:
en que mi enemigo no
triunfa de mí.
A mí, en cambio, me conservas la salud,
me mantienes siempre en
tu presencia.
Bendito el Señor, Dios de Israel,
ahora y por siempre.
Amén, amén.
Gloria al Padre y al Hijo y al
Espíritu Santo
como era en el
principio, ahora y siempre,
por los siglos de los
siglos. Amén.
Ant. 1: Sáname, Señor, porque
he pecado contra ti.
Salmo
45 Dios,
refugio y fortaleza de su pueblo
Ant. 2: El Señor de los ejércitos está con nosotros,
nuestro alcázar es el Dios de Jacob.
Dios es
nuestro refugio y nuestra fuerza,
poderoso defensor en el
peligro.
Por eso no tememos aunque tiemble la tierra,
y los montes se
desplomen en el mar.
Que hiervan y bramen sus olas,
que sacudan a los
montes con su furia:
El Señor de los ejércitos está con nosotros,
nuestro alcázar es el
Dios de Jacob.
El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios,
el Altísimo consagra su
morada.
Teniendo a Dios en medio, no vacila;
Dios la socorre al
despuntar la aurora.
Los pueblos se amotinan, los reyes se rebelan;
pero él lanza su
trueno, y se tambalea la tierra.
El Señor de los ejércitos está con nosotros,
nuestro alcázar es el
Dios de Jacob.
Venid a ver las obras del Señor,
las maravillas que hace
en la tierra:
Pone fin a la guerra hasta el extremo del orbe,
rompe los arcos,
quiebra las lanzas,
prende fuego a los
escudos.
«Rendíos, reconoced que yo soy Dios:
más alto que los
pueblos, más alto que la tierra.»
El Señor de los ejércitos está con nosotros,
nuestro alcázar es el
Dios de Jacob.
Gloria al Padre y al Hijo y al
Espíritu Santo
como era en el
principio, ahora y siempre,
por los siglos de los
siglos. Amén.
Ant. 2: El Señor de los ejércitos está con nosotros,
nuestro alcázar es el Dios de Jacob.
Cántico:
Ap 15, 3-4 Himno de adoración
Ant. 3: Vendrán todas las naciones y se postraran
en tu acatamiento, Señor
Grandes y
maravillosas son tus obras,
Señor, Dios
omnipotente,
justos y verdaderos tus
caminos,
¡oh Rey de los siglos!
¿Quién no temerá, Señor,
y glorificará tu
nombre?
Porque tú solo eres
santo,
porque vendrán todas
las acciones
y se postrarán en tu
acatamiento,
porque tus juicios se
hicieron manifiestos.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
como era en el
principio, ahora y siempre,
por los siglos de los
siglos. Amén.
Ant. 3: Vendrán todas las naciones y se
postraran en tu acatamiento, Señor
Lecturas
Primera lectura Carta del apóstol Pablo a Timoteo 3,
10 - 17.
El que se proponga vivir piadosamente
en Cristo Jesús será perseguido.
Querido hermano:
Tú seguiste paso a paso mi doctrina
y mi conducta, mis planes, fe y paciencia, mi amor fraterno y mi aguante en las
persecuciones y sufrimientos, como aquellos que me ocurrieron en Antioquía,
Iconio y Listra.
¡Qué persecuciones padecí! Pero de
todas me libró el Señor.
Por otra parte, todo el que se
proponga vivir piadosamente en Cristo Jesús será perseguido.
En cambio, esos perversos
embaucadores irán de mal en peor, extraviando a los demás y extraviándose ellos
mismos.
Pero tú permanece en lo que has
aprendido y se te ha confiado, sabiendo de quién lo aprendiste y que desde niño
conoces la sagrada Escritura; ella puede darte la sabiduría que, por la fe en
Cristo Jesús, conduce a la salvación.
Toda Escritura inspirada por Dios es
también útil para enseñar, para reprender, para corregir, para educar en la
virtud; así el hombre de Dios estará perfectamente equipado para toda obra
buena.
Canto Ortiga
- Canción de la esperanza
Creo que detrás de la bruma el sol espera.
Creo que en esta noche oscura duermen estrellas.
Creo en los ocultos volcanes sin ver sus fuegos.
Creo que esta nave perdida llega a su puerto.
No me
robaran la esperanza, no me la romperán.
Vengan a
cantarla conmigo, vengan a cantar.
Creo en el hombre razonable y no en la fuerza.
Pienso que la paz es simiente bajo la tierra.
Creo en la nobleza del hombre de Dios imagen.
Y en la voluntad de los hombres que se levantan.
Evangelio Marcos 12, 35
- 37
¿ Cómo dicen que el Mesías es Hijo de David?
En aquel tiempo,
mientras enseñaba en el templo, Jesús preguntó:
- “¿Cómo dicen los
escribas que el Mesías es hijo de David? El mismo David, inspirado por el
Espíritu Santo, dice:
‘Dijo el Señor a
mi Señor: Siéntate a mi derecha, y haré de tus enemigos estrado de tus pies. Si
el mismo David lo llama Señor, ¿cómo puede ser hijo suyo? ’.
La gente, que era
mucha, disfrutaba escuchándolo.
Reflexión:
Permanece en lo que has aprendido y se te ha
confiado
San Pablo se dirige a su
discípulo Timoteo comenzando con un elogio. Elogia la conducta de Timoteo
porque siguió todo lo que le enseñó y conoce toda la conducta de Pablo,
incluyendo sus persecuciones.
Le recuerda, como a él le ha
ocurrido, que todo “el que se proponga vivir como buen cristiano será
perseguido”. El evangelio será siempre “un signo de contradicción”. Algunos, en
cualquier época, lo aceptarán con emoción y profunda alegría y otros, en
cambio, lo rechazarán de diversas maneras, desde la persecución al
evangelizador o desde la intensa indiferencia y menosprecio. La
recomendación de Pablo a Timoteo, y a todos nosotros, es la de permanecer en
“lo que has aprendido y se te ha confiado”. Este debe ser siempre nuestro punto
fuerte, permanecer en el seguimiento de Jesús, permanecer en vivir el evangelio
que él nos enseñó. Es el camino “que conduce a la salvación”, a encontrar el
sentido y la alegría de vivir. Para esto nada mejor que leer cada día y
adentrase en la Escritura donde ni más ni menos nos habla el mismo Dios. Es
palabra “inspirada por Dios” para “enseñar, reprender, corregir, educar en la
virtud”.
La gente disfrutaba
escuchándolo
En la línea de lo que acabamos
de decir al comentar la primera lectura de hoy, Jesús en su tiempo fue aceptado
por unos y rechazado por otros. Según nos relatan los evangelios, los escribas,
fariseos, herodianos, saduceos, letrados… no solamente no le hacían caso, sino
que buscaban desprestigiarle para que no le siguiese nadie. Para ello, le
hacían preguntas capciosas para que en sus posibles respuestas quedase mal ante
los que le escuchaban con atención. Pero nunca lo consiguieron. Al
contrario, Jesús con sus respuestas quedaba mejor que ellos y su fama crecía
delante de sus oyentes. “La gente, que era mucha, disfrutaba escuchándolo”.
Como seguidores de Jesús, los
que vivimos en el siglo XXI, podemos dirigirnos a él y preguntarle aquello que
no veamos claro, pero siempre con buena intención y el deseo de que nos regale
su luz, ilumine más nuestra vida, porque para nosotros es el Hijo de Dios, el
que nos ama hasta el extremo y el que desea disipar nuestras tinieblas. Y hemos
de pedirle también las fuerzas suficientes para hacerle siempre caso: “Dichosos
los que oyen la palabra de Dios y la guardan”
Fray
Manuel Santos Sánchez O.P.
Convento de Santo
Domingo (Oviedo)
(Guardamos unos minutos de silencio y
reflexionamos sobre las lecturas y el canto):
Responsorio
breve:
Ant.:
Oh Dios, nos pusiste a prueba, pero
nos has dado un respiro.
Nos refinaste como refinan la plata.
Gloria al Padre y al Hijo y al
Espíritu Santo
Oh Dios,
nos pusiste a prueba, pero nos has dado un respiro.
Magníficat. Mi alma glorifica al Señor mi Dios
Madre de
los creyentes (Francisco Palazón)
Ant.: Los santos tienen su morada en el reino de Dios, y allí han encontrado descanso
eterno.
† (Con el
video de fondo, hacemos la señal de la cruz y seguimos el canto)
Bendita tú entre las mujeres
y bendito el fruto de tu
vientre.
1. Glorifica mi alma al Señor,
se alegra mi
espíritu en Dios mi salvador,
porque ha puesto
los ojos en su esclava,
y dichosa me
dirán todos los pueblos.
2. Su clemencia se derrama por los siglos
sobre aquellos
que le temen y le aman,
desplegó el gran
poder de su derecha,
confundiendo el
corazón de los soberbios.
3. Derribó a los poderosos de sus tronos
y ensalzó a los
humildes y a los pobres,
los hambrientos
se sacieron de sus bienes
y alejó de sí
vacíos a los ricos.
4. Acogió a Israel, su humilde siervo
acordándose de
su misericordia,
como había
prometido a nuestros padres,
a Abraham y
descendencia para siempre.
Ant.: Los santos tienen su morada en el reino de Dios, y allí han encontrado descanso
eterno.
Preces
A la misma hora en que
el Rey de los mártires ofreció su vida, en la última cena, y la entregó en la
cruz, démosle gracias, diciendo:
- Te
glorificamos, Señor
Porque nos amaste hasta
el extremo, Salvador nuestro, principio y origen de todo martirio:
- Te
glorificamos, Señor
Porque no cesas de
llamar a los pecadores arrepentidos para los premios de tu reino:
- Te
glorificamos, Señor
Porque has dado a la
Iglesia, como sacrificio, la sangre de la alianza nueva y eterna, derramada
para el perdón de los pecados:
- Te
glorificamos, Señor
Porque, con tu gracia,
nos has dado perseverancia en la fe durante el día que ahora termina:
- Te
glorificamos, Señor
Porque has asociado a
tu muerte a nuestros hermanos difuntos:
- Te
glorificamos, Señor
Fieles a la
recomendación del Salvador, nos atrevemos a decir:
Padre
nuestro
Kairoi
1.
Padre
Nuestro que estás en el cielo
santificado
sea tu Nombre y tu Reino
hágase tu
Voluntad
así en la
tierra como se hace también en el cielo.
Padre
Nuestro te rezamos. Cielo y tierra escucharán
que tu
pueblo está cantando, con sus voces, tu bondad.
Padre
Nuestro te rezamos. Cielo y tierra escucharán
que tu
pueblo está cantando, con sus voces, tu bondad.
2.
Y danos hoy
el pan
ganado con
nuestro trabajo
ganado con
nuestro sudor
ganado con
estas mis manos./2
Y perdona
nuestras ofensas
como
nosotros intentamos perdonar.
Y no nos
dejes caer en tentación
y líbranos
de cualquier mal. Amén.
Y líbranos
de cualquier mal. Ah
Y grito
amén. eh. Y grito amén.
(improvisando).
Final
Dios misericordioso, refugio en todo peligro, vuelve tu mirada hacia nosotros que con fe te imploramos en la tribulación y concede el alivio a los que lloran, la salud a los enfermos, la paz a los que mueren, la fuerza a los trabajadores de la salud, el espíritu de sabiduría a los gobernantes y el ánimo de acercarse a todos con amor para glorificar juntos tu santo nombre
Canto
a María.
María,
mujer fuerte. (Salomé Arricibita)
1.
Esperando siempre
con la sonrisa iluminando sus
quehaceres.
Con la esperanza empapando sus
quereres,
con una plegaria entre sus labios sin
que cese
la confianza en un Dios Padre que nos
quiere
Mujer fuerte, con o sin miedo.
Mujer que hace crecer sus talentos.
Mujer atenta, mujer que entiende.
Mujer que elige mirar de frente.
Mujer que espera, mujer que anhela.
Mujer que no hace pequeña ninguna entrega.
Mujer que calla, mujer que habla
con las palabras que guarda en su alma,
que guarda en su alma
2.
Esperando siempre,
manos activas que acarician y
convierten
en vida nueva sus cuidados y deberes
con la palabra precisa cual simiente
que aguarda el día de crecer y
hacerse fuerte
3.
Mujer en vela, mujer que siente
el miedo hiriente y el amor que
envuelve
Mujer que mira agradecida
las huellas que dios deja en su vida
Mujer que espera, mujer que anhela,
mujer que no hace pequeña ninguna
entrega
mujer que calla, mujer que habla
con las palabras que guarda en su
alma
Bonifacio “apóstol de Alemania”
Llamado el
"Apóstol de Alemania" por haber evangelizado sistemáticamente las
grandes regiones centrales, por haber fundado y organizado iglesias y por haber
creado una jerarquía bajo la jurisdicción directa de la Santa Sede. Sus dones
de misionero y reformador generaron importantes frutos.
Winfrido (su
nombre de bautizo) nació en el año 680 en Wessex - Inglaterra. Se trasladó de
muy joven a la abadía de Nursling, en la diócesis de Winchester, donde se le
nombró director de la escuela. Ahí escribió la primera gramática latina que se
haya hecho en Inglaterra.
A la edad de
30 años recibió las órdenes sacerdotales y se dedicó al estudio de la Biblia.
En el año 718 el Papa San Gregorio II otorgó a Winfrido un mandato directo para
llevar la Palabra de Dios a los herejes en general. Éste lo escuchó complacido
y le dijo: "Soldado de Cristo, te llamarás Bonifacio". Este nombre
significa "bienhechor". El Santo partió inmediatamente con destino a
Alemania, cruzó los Alpes, atravesó Baviera y llegó al Hesse.
En poco
tiempo, pudo enviar a la Santa Sede un informe tan satisfactorio que el Papa
hizo venir al misionero con miras a confiarle el obispado. El día de San Andrés
del año 722, fue consagrado obispo regional con jurisdicción general sobre
Alemania. Bonifacio regresó a Hesse y como primera medida, se propuso arrancar
de raíz las supersticiones paganas que eran el principal obstáculo para la
evangelización.
En el año
731, el Papa Gregorio III, sucesor de Gregorio II, mandó a San Bonifacio el
nombramiento de metropolitano para toda Alemania más allá del Rhin, con
autoridad para crear obispados donde lo creyera conveniente. En su tercer viaje
a Roma fue nombrado también delegado de la Sede Apostólica. San Bonifacio y su
discípulo San Sturmi fundaron en el año de 741 la abadía de Fulda, que con el
tiempo se convirtió en el Monte Cassino de Alemania.
El 5 de
Junio del año 754, cuando el Santo se disponía a realizar una confirmación en
masa, en la víspera de Pentecostés, apareció una horda de paganos hostiles que
atacó al grupo brutalmente con lanzas y espadas. "Dios salvará nuestras
almas" se escuchó gritar a Bonifacio y alzó el evangelio a modo de
protección. La espada partió el libro y la espalda del Santo.
El cuerpo
del Santo fue trasladado al monasterio de Fulda, donde aún reposa.
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