Natividad de
San
Juan Bautista
Solemnidad
(Se hace la
señal de la cruz y se dice:)
- Dios mío, ven
en mi auxilio.
- Señor, date
prisa en socorrerme.
- Gloria al Padre
y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en un principio ahora y siempre. Por
los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno: Llamado a San Juan Bautista (Aquiles Báez Trío y Betzayda Machado)
1. A
darte los años vengo, San Juan.
A darte los años vengo, a darte los años vengo.
He venido sin poder.
He venido sin poder ay he venido sin poder,
hoy por ser día de tu santo;
que no vengo a dar saber, San Juan.
El veinticuatro de junio a San Juan rinden honores
con bandera de colores y un replicar de tambores. (bis)
A la eh y a la oh, a la eh, la eh, la eh, la he y la oh. (bis)
¿Dónde estás San Juan
Bautista donde estás que no te veo que vine a cantar con él y me voy con los
deseos (bis)
A la eh y a la oh, a la eh, la eh, la eh, la he y la oh. (bis)
¡¡San Juan!!
Salmodia:
Salmo 14 ¿ Quién es justo ante el Señor?
Salmo 14 ¿ Quién es justo ante el Señor?
Ant.: Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan.
Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda
y habitar en tu monte
santo?
El que
procede honradamente
y practica la justicia,
el que tiene
intenciones leales
y no calumnia con su
lengua,
el que no
hace mal a su prójimo
ni difama al vecino,
el que considera
despreciable al impío
y honra a los que temen
al Señor,
el que no
retracta lo que juró
aun en daño propio,
el que no presta dinero
a usura
ni acepta soborno
contra el inocente.
El que así obra nunca
fallará.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
como era en el
principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant.: Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba
Juan.
Salmo 111 Felicidad
del justo.
Ant.: Éste vino para dar
testimonio de la verdad.
Dichoso
quien teme al Señor
y ama de corazón sus
mandatos.
Su linaje será poderoso
en la tierra,
la descendencia del
justo será bendita.
En
su casa habrá riquezas y abundancia,
su caridad es
constante, sin falta.
En las tinieblas brilla
como una luz
el que es justo,
clemente y compasivo.
Dichoso
el que se apiada y presta,
y administra rectamente
sus asuntos.
El justo jamás
vacilará,
su recuerdo será
perpetuo.
No
temerá las malas noticias,
su corazón está firme
en el Señor.
Su corazón está seguro,
sin temor,
hasta que vea
derrotados a sus enemigos.
Reparte
limosna a los pobres;
su caridad es
constante, sin falta,
y alzará la frente con
dignidad.
El
malvado, al verlo, se irritará,
rechinará los dientes
hasta consumirse.
La ambición del malvado
fracasará.
Gloria
al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
como era en el
principio, ahora y siempre,
por los siglos de los
siglos. Amén.
Ant.: Éste vino para dar
testimonio de la verdad.
Cántico: Apocalipsis 15, 3-4: Himno de adoración
Ant.: Juan
era
la lámpara que ardía y brillaba.
Grandes y
maravillosas son tus obras,
Señor, Dios
omnipotente,
justos y verdaderos tus
caminos,
¡oh Rey de los siglos!
¿Quién no
temerá, Señor,
y glorificará tu
nombre?
Porque tú solo eres
santo,
porque vendrán todas
las naciones
y se postrarán en tu
acatamiento,
porque tus juicios se
hicieron manifiestos.
Gloria al
Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
como era en el
principio, ahora y siempre,
por los siglos de los
siglos. Amén.
Ant.: Juan
era
la lámpara que ardía y brillaba.
Lecturas Tu Palabra me da vida
Tu Palabra me da vida, confío en Ti, Señor.
Tu Palabra es eterna, en ella esperaré.
Dichoso
el que con vida intachable,
camina
en la ley del Señor.
Dichoso
el que guardando sus preceptos,
lo
busca de todo corazón.
Postrada
en el polvo está mi alma,
devuélvame
la vida tu Palabra;
mi
alma está llena de tristezas,
consuélame,
Señor, con tus promesas.
Primera lectura Libro
de Isaías 49, 1
- 6.
Te hago luz de las naciones.
Escuchadme, islas; atended, pueblos
lejanos: Estaba yo en el vientre, y el Señor me llamó; en las entrañas
maternas, y pronunció mi nombre. Hizo de mi boca una espada afilada, me
escondió en la sombra de su mano; me hizo flecha bruñida, me guardó en su
aljaba y me dijo:
- “Tú eres mi siervo, de quien estoy
orgulloso”.
Mientras yo pensaba:
- “En vano me he cansado, en viento y en
nada he gastado mis fuerzas”, en realidad mi derecho lo llevaba el Señor, mi
salario lo tenía mi Dios. Y ahora habla el Señor, que desde el vientre me formó
siervo suyo, para que le trajese a Jacob, para que le reuniese a Israel —tanto
me honró el Señor, y mi Dios fue mi fuerza —:
- “Es poco que seas mi siervo y
restablezcas las tribus de Jacob y conviertas a los supervivientes de Israel; te
hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la
tierra”.
Canto: Juan el bautista (Francisco
Ruiz).
A la orilla de
un rio un hombre predicaba
y hablaba de
otro hombre que estaba por llegar
era Juan el
bautista era voz que gritaba
que llegaba la
hora de la verdad.
Hubo un hombre enviado
por Dios era su nombre Juan,
él no era la luz pero vino a preparar
los caminos que conducen a Jesús
A todo el que
quería conocer los caminos
que Dios
recorre a diario, hablando al corazón:
el bautista le
hablaba de amor y de justicia,
porque estaba
a las puertas el Salvador.
Pero el hombre
que hablaba de amor y de justicia,
fue un día
encarcelado por capricho de un rey.
Su cabeza
cortaron su voz siguió gritando
los abusos de
un hombre en el poder.
Evangelio Lucas
1, 57 – 80
El nacimiento de Juan Bautista. Juan es su nombre.
A Isabel se le cumplió
el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes
de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y la felicitaban.
A los ocho días fueron
a circuncidar al niño, y lo llamaban Zacarías, como a su padre. La madre
intervino diciendo:
- “¡No! Se va a llamar
Juan”.
Le replicaron:
- “Ninguno de tus
parientes se llama así”.
Entonces preguntaban
por señas al padre cómo quería que se llamase. Él pidió una tablilla y
escribió: “Juan es su nombre”. Todos se quedaron maravillados.
Inmediatamente se le
soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios.
Cantico de Zacarias
Bendito sea el Señor, El Santo de Israel,
Ha
visitado y redimido a su pueblo,
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo,
por boca de sus santos profetas.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo,
por boca de sus santos profetas.
Su
salvación nos libra de los enemigos
y de la mano de los que nos odian;
ha realizado así la misericordia
que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán.
y de la mano de los que nos odian;
ha realizado así la misericordia
que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán.
Para
concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con justicia y santidad,
en su presencia, todos nuestros días.
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con justicia y santidad,
en su presencia, todos nuestros días.
Y
a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
y el perdón de sus pecados.
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
y el perdón de sus pecados.
Por
la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tinieblas
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tinieblas
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Los vecinos quedaron
sobrecogidos, y corrió la noticia por toda la montaña de Judea. Y todos los que
lo oían reflexionaban diciendo:
- “¿Qué va a ser este
niño?”.
Porque la mano del
Señor estaba con él.
El niño iba creciendo,
y su carácter se afianzaba; vivió en el desierto hasta que se presentó a
Israel..
Reflexión: Juan es su nombre
Desconcierto generalizado ante aquel cambio de nombre.
Típico: cuando Dios tiene reservada una misión para alguien, lo primero que
hace es cambiarle el nombre. Es una forma de expresar la novedad, porque cada
nombre tiene un significado que va más allá de lo puramente familiar.
Por eso, antaño, los religiosos y religiosas, se
cambiaban de nombre al iniciar una nueva etapa en su vida. Los papas siguen
haciéndolo. Por tanto, no es de extrañar la extrañeza del vecindario cuando
Zacarías dijo: Juan es su nombre. Se rompía la tradición familiar. Comenzaba
una etapa nueva. Aquel niño, ¿qué iba a ser? ¿qué significado tenía ese giro
nominal? Habría de pasar tiempo para saberlo.
Juan se convertiría en el eslabón unitivo de esa larga cadena entre lo
antiguo y lo nuevo. Lucas es listo e intuitivo en ver más allá de la
inmediatez. A él le han contado algo y hace una narración desde la pedagogía
divina; lo que los exégetas llaman “hacer una lectura teológica de la
realidad”. Lucas la hace en todo su evangelio.
Después vendría el “Benedictus”, todo un resumen de la
historia de la salvación en forma de cántico laudatorio.
Es bueno saber qué significa el nombre bautismal que
eligieron nuestros padres; y de él, ver si nuestra vida se corresponde con ese
significado y comprender mejor nuestra misión en el mundo.
Aunque, la verdad, a veces hay nombres que no suenan
muy bien que digamos… Se tratará entonces de que sepamos darle vida y contenido
con nuestra personalidad y con nuestros actos… Si lo hacemos bien, pronto
veremos que nos “hemos singularizado” más allá del nombre recibido… Claro que
no todo podemos someterlo al significado de nuestro nombre, pero sí podemos
darle “un estilo nuevo”.
Responsorio Breve
Ant.: Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos.
Tras de mí viene un hombre que
existía antes que yo.
Gloria al Padre y al Hijo y al
Espíritu Santo
Preparad el camino del Señor,
allanad sus senderos.
Preces
Invoquemos con alegría a Dios, que eligió a Juan Bautista
para anunciar a los hombres la venida del reino de Cristo, y digámosle:
- Guía,
Señor, nuestros pasos por el camino de la paz
Tú que llamaste a Juan desde el vientre de su madre para
preparar los caminos de tu Hijo,
- ayúdanos
a ir tras el Señor con la misma fidelidad con que Juan fue delante suyo.
Así como concediste al Bautista poder reconocer al Cordero
de Dios,
- haz que
tu Iglesia lo señale y que los hombres de nuestra época lo reconozcan.
Tú que dispusiste que tu profeta menguara y que Cristo
creciera,
- enséñanos a ceder
ante los otros para que tú te manifiestes.
Tú que, con el martirio de Juan, quisiste reivindicar la
justicia,
- haz que
demos, sin cansarnos, testimonio de tu verdad.
Acuérdate de los que han salido ya de este mundo,
- dales
entrada en el lugar de la luz y de la paz.
Himno a San Juan Bautista
San Juan era un gran profeta, consagrado antes de nacer,
con el alma pura y limpia, transparente como el cristal,
llamado fue para llevar, la más grande de las misiones,
fue nombrado precursor, en la viña del Señor.
Pregonero,
voz que clamó en el desierto,
llevaba en
su pregón el más grande,
mensaje de
salvación.
Pregonero,
voz que clamó en el desierto,
llevaba en
su pregón el más grande,
mensaje de
salvación,
así era
Juan, el profeta de Dios.
Se entregó por mucho tiempo, a una vida de oración,
para darse por completo y ser fuerte en su misión,
fue probado en el desierto, como el oro en el crisol,
como el trigo en el molino, como la uva en el lagar.
Enseñaba y bautizaba, proclamaba la llamada de Dios,
iba abriendo los caminos donde pasara el Señor.
Muchos pueblos conquistó, fue maestro y fue pastor,
fue quien bautizó a Jesús, fue testigo de la luz.
Final
Oh
Dios, que suscitaste a san Juan Bautista para que preparase a Cristo, el Señor,
un pueblo bien dispuesto, concede a tu familia el don de la alegría espiritual
y dirige la voluntad de tus hijos por el camino de la salvación y de la paz.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad
del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
Canto a María
Canto
a María – (Franklin Barrera)
De
este nuevo amanecer,
Tú
fuiste crepúsculo, mujer.
Tu
sí fue la respuesta
con
que el hombre Dios
Pudo
nacer...
En
su candoroso andar,
las
heridas Cristo no sufrió.
Tus
brazos fueron
cuna
de sonrisa
Y
algodón...
Madre del mundo, virgen paciente,
tímido umbral que le abres paso al cielo.
Dicen que hoy muere en la cruz
Tu hijo Jesús...
Desde
un niño hasta los treinta
Como
una hoja junto a ti, rama vital.
Pero
este crudo otoño
los
hubo, de separar...
Pero
llegará pronto el día,
en
que lo vuelvas a er María
En
gloria del Reino,
Celestial...
Madre
del mundo, virgen paciente
Tímido
umbral que le abres paso al cielo
Dicen
que hoy muere en la cruz
Tu
hijo semilla de luz
De
este triste atardecer,
tú
fuiste crepúsculo...
Mujer...
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