Quinta semana de Pascua, Martes San Matías, apóstol
(Se hace la señal de la cruz y se dice:)
- Dios mío, ven
en mi auxilio.
- Señor, date
prisa en socorrerme.
- Gloria al
Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya
Himno: Mensajeros de la paz
El Señor eligió a sus discípulos,
los mandó de dos en dos.
Es hermoso ver bajar de la montaña
Los pies del mensajero de la paz (bis).
Los pies del mensajero de la paz (bis).
La cosecha es abundante,
les dijo el Señor al partir.
Pídanle al dueño del campo,
que envíe más obreros a sus mies.
Cuando entren en una casa,
saluden anunciando la paz.
Cuando entren y no los reciban,
la paz a ustedes volverá.
Quien a ustedes los recibiera
me habrán recibido a Mí,
Salmodia
Salmo
115 Acción de gracias en el templo
Ant.:
Vosotros sois los que habéis
perseverado conmigo en mis pruebas. Aleluya.
Tenía fe,
aún cuando dije:
«¡Qué desgraciado soy!»
Yo decía en mi apuro:
«Los hombres son unos mentirosos.»
Yo decía en mi apuro:
«Los hombres son unos mentirosos.»
¿Cómo pagaré al Señor
todo el bien que me ha
hecho?
Alzaré la copa de la salvación,
invocando su nombre.
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo.
Alzaré la copa de la salvación,
invocando su nombre.
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo.
Mucho le cuesta al Señor
la muerte de sus
fieles.
Señor, yo soy tu siervo,
siervo tuyo, hijo de tu esclava:
rompiste mis cadenas.
Señor, yo soy tu siervo,
siervo tuyo, hijo de tu esclava:
rompiste mis cadenas.
Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
invocando tu nombre,
Señor.
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo,
en el atrio de la casa del Señor,
en medio de ti, Jerusalén.
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo,
en el atrio de la casa del Señor,
en medio de ti, Jerusalén.
Gloria al
Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
como era en el
principio, ahora y siempre,
por los siglos de los
siglos. Amén.
Ant.: Vosotros sois los que habéis perseverado conmigo en
mis pruebas. Aleluya.
Salmo 125 Dios, alegría y esperanza nuestra
Ant.: Yo estoy en medio de vosotros como el que
sirve. Aleluya.
Cuando el
Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía soñar:
la boca se nos llenaba de risas,
la lengua de cantares.
la boca se nos llenaba de risas,
la lengua de cantares.
Hasta los
gentiles decían:
«El Señor ha estado grande con ellos».
El Señor ha estado grande con nosotros,
y estamos alegres.
«El Señor ha estado grande con ellos».
El Señor ha estado grande con nosotros,
y estamos alegres.
Que el
Señor cambie nuestra suerte,
como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas
cosechan entre cantares.
como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas
cosechan entre cantares.
Al ir,
iba llorando,
llevando la semilla;
al volver, vuelve cantando,
trayendo sus gavillas.
llevando la semilla;
al volver, vuelve cantando,
trayendo sus gavillas.
Ant.: Yo estoy en medio de vosotros como el que
sirve. Aleluya.
Cántico: Efesios 1,3-10: El Dios Salvador
Ant.: Ya no os llamo siervos, a vosotros os llamo amigos, porque
todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. Aleluya.
Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.
Él nos eligió en la persona de Cristo,
antes de crear el mundo,
para que fuésemos santos
e irreprochables ante Él por el amor.
antes de crear el mundo,
para que fuésemos santos
e irreprochables ante Él por el amor.
Él nos ha destinado en la persona de Cristo,
por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido
en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.
por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido
en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.
Por este Hijo, por su sangre,
hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia
ha sido un derroche para con nosotros,
dándonos a conocer el misterio de su voluntad.
hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia
ha sido un derroche para con nosotros,
dándonos a conocer el misterio de su voluntad.
Este es el plan
que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento culminante:
recapitular en Cristo todas las cosas
del cielo y de la tierra.
que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento culminante:
recapitular en Cristo todas las cosas
del cielo y de la tierra.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
como era en el
principio, ahora y siempre,
por los siglos de los
siglos. Amén.
Ant.: Ya no os llamo siervos, a vosotros
os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.
Aleluya.
Lecturas
Primera
lectura Primera carta del
apóstol san Pedro 5, 5b-14
Echaron suertes, le tocó a Matías,
y lo asociaron a los once apóstoles.
Uno de aquellos días, Pedro se puso en pie en medio de los
hermanos y dijo (había reunidas unas ciento veinte personas):
- “Hermanos, tenía que cumplirse lo que el Espíritu Santo,
por boca de David, había predicho, en la Escritura, acerca de Judas, que hizo
de guía a los que arrestaron a Jesús. Era uno de nuestro grupo y compartía el
mismo ministerio.
En el libro de los Salmos está escrito: ‘Que su morada
quede desierta, y que nadie habite en ella’, y también: ‘Que su cargo lo ocupe
otro’.
Hace falta, por tanto, que uno se asocie a nosotros como
testigo de la resurrección de Jesús, uno de los que nos acompañaron mientras
convivió con nosotros el Señor Jesús, desde que Juan bautizaba, hasta el día de
su ascensión».
Propusieron dos nombres: José, apellidado Barsabá, de
sobrenombre Justo, y Matías. Y rezaron así:
- “Señor, tú penetras el corazón de todos; muéstranos a
cuál de los dos has elegido para que, en este ministerio apostólico, ocupe el
puesto que dejó Judas para marcharse al suyo propio”.
Echaron suertes, le tocó a Matías, y lo asociaron a los
once apóstoles.
Palabra de Dios.
Canto: Permaneced en mi amor.
Como
el Padre me amó yo os he amado.
Permaneced
en mi amor.
Permaneced
en mi amor. (bis)
1.
Si guardáis mis palabras
y como hermanos os amáis,
compartiréis con alegría
el don de la fraternidad.
Si os ponéis en camino
sirviendo siempre la verdad,
fruto daréis en abundancia,
mi amor se manifestará.
2.
No veréis amor tan grande
como aquel que os mostré.
Yo doy la vida por vosotros.
Amad como yo os amé.
Si hacéis lo que os mando
y os queréis de corazón,
compartiréis mi pleno gozo
de amar como Él me amó..
Evangelio Juan
15, 9 - 17
No
sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido.
Responsorio
Breve
Ant.: Contad a los pueblos la gloria del
Señor. Aleluya, aleluya.
Sus
maravillas a todas las naciones. Aleluya, aleluya.
Gloria al Padre y al Hijo y al
Espíritu Santo
Contad
a los pueblos la gloria del Señor. Aleluya, aleluya.
Magníficat. Mi alma Glorifica al
Señor
(Se hace la señal de la cruz mientras se
comienza a cantar)
† Mi alma glorifica al
Señor, mi Dios,
gózase mi espíritu en mi Salvador.
Él es mi alegría, es mi plenitud,
Él es todo para mí.
1.
Ha mirado la bajeza de su sierva,
muy
dichosa me dirán todos los pueblos
porque
en mí ha hecho grandes maravillas
el
que todo puede, cuyo nombre es santo.
2.
Su clemencia se derrama por los siglos
sobre
aquellos que le temen y le aman,
desplegó
el gran poder de su derecha,
dispersó
a los que creen que son algo.
3.
Derribó a los potentados de sus tronos
y
ensalzó a los humildes y a los pobres,
los
hambrientos se saciaron de sus bienes
y
alejó de sí vacíos a los ricos.
4.
Acogió a Israel su humilde siervo,
acordándose
de su misericordia,
como
había prometido a nuestros padres
a
Abraham y su descendencia para siempre
Ant.: No sois vosotros los
que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido; y os he destinado para que
vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure. Aleluya.
Preces
Hermanos, edificados
sobre el cimiento de los apóstoles, oremos al Padre por su pueblo santo, diciendo:
- Acuérdate, Señor,
de tu Iglesia
Padre santo, que
quisiste que tu Hijo, resucitado de entre los muertos, se manifestara en primer
lugar a los apóstoles,
- haz que también
nosotros seamos testigos de Cristo hasta los confines del mundo
Padre santo, que
enviaste a tu Hijo al mundo para dar la Buena Noticia a los pobres,
- haz que sepamos
proclamar el Evangelio a todas las criaturas
Tú que enviaste a tu
Hijo a sembrar la semilla de la palabra,
- danos también a
nosotros sembrar tu semilla con nuestro trabajo, para que, alegres, demos fruto
con nuestra perseverancia
Tú que enviaste a tu
Hijo para que reconciliara el mundo contigo,
- haz que también
nosotros cooperemos a la reconciliación de los hombres
Tú que has sentado a tu
Hijo a tu derecha, en el cielo,
- admite a los
difuntos en tu reino de felicidad
Confiemos nuestras
súplicas a Dios, nuestro Padre, terminando esta oración con las palabras que el
Señor nos enseñó:
Padre nuestro
Padre nuestro,
que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga tu Reino;
hágase tu voluntad
así en la tierra como en el cielo.
que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga tu Reino;
hágase tu voluntad
así en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
y perdona nuestras ofensas,
como nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en tentación,
y perdona nuestras ofensas,
como nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en tentación,
y líbranos del mal.
Porque tuyo es el Reino,
el poder y la gloria
por los siglos de los siglos. Amén
Final
Oh
Dios, que quisiste agregar a san Matías al colegio de los apóstoles,
concédenos, por sus ruegos, que podamos alegrarnos de tu predilección al ser
contados entre tus elegidos Señor, Jesús, tu Hijo, que vive contigo en la
unidad del Espíritu y es Dios por los siglos de los siglos.
Amén.
Canto a María
(Madre del Silencio)
1.
Como
una tarde tranquila,
como un
suave atardecer,
era tu vida
sencilla
en el pobre
Nazareth;
y en medio
de aquel silencio,
Dios te
hablaba al corazón.
Virgen María, Madre del Señor:
danos tu silencio y paz
para escuchar su voz.
Danos tu silencio y paz
para escuchar su voz.
2.
Enséñanos,
Madre buena,
cómo se
debe escuchar
al Señor
cuando nos habla
en una
noche estrellada,
en la
tierra que, dormida,
hoy
descansa en su bondad.
3.
Y
sobre todo, María,
cuando nos
habla en los hombres:
en el
hermano que sufre,
en la
sonrisa del niño,
en la mano
del amigo,
y en la paz
de una oración.
El sábado, día 16,
volveremos a celebrar la Eucaristía
sólo en la iglesia parroquial:
Parroquia Covadonga:
de lunes a sábado a las 7:30 de la tarde
domingo y festivos 12:30
(de momento, no habrá
misa de 9:30)
Parroquia San Miguel de Campuzano:
sábados: a las 6:30 de la tarde
domingos y fiestas: 11:30 de la mañana
No
podremos ser más de noventa
y
hemos de respetar las normas:
Ø
venir con mascarilla
Ø
desinfección de las manos al entrar
Ø
ocupar sólo los sitios marcados
Ø
no comulgaremos
Ø
evitar saludos de entrada y salida
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