Reflexión inicial
Buenas noches.
En medio de la oscuridad, nos comunicamos
para celebrar nuestro mejor don: la vida.
Y esta noche la oscuridad y la vida
tienen un sentido especial: la oscuridad no es sólo la ausencia de luz física, sino
la incertidumbre del nuevo amanecer en el que también la vida tiene un valor
sobreañadido; porque aunque somos gente de esperanza, tenemos zozobras: estamos
viendo la muerte tan de cerca...
Sabemos que Él es quien nos da la vida
y nos impulsa y urge para que quienes
queramos seguirle, la ofrezcamos como Él
que, haciéndose como nosotros, nos hace iguales a todos.
Partimos de la oscuridad que forma
parte de nuestro vivir. Y las tenemos de todo tipo: oscuridad de nuestra
humanidad, que nos impide reconocer a Jesús, oscuridad en nuestros ojos que no
nos deja valorar a Dios en nuestras vidas, oscuridad en nuestro cansancio que
nos impide continuar nuestras luchas, oscuridad en nuestro corazón que no nos
deja aceptar al hermano, Oscuridad en nuestra sociedad, que no sabe valorar la
igualdad.
Y en medio de la oscuridad, en medio
de nosotros, un pábilo apagado… muerto.
A su lado, un tímido fuego que se va
haciendo fuerte según crece la esperanza. Esperanza que nace de la fe en quien
nos ha llamado, en quien, aunque está muerto, nos ha prometido vida.
Por eso, vamos a celebrar la vida a
partir de la muerte.
Vamos a celebrar la luz a partir de la
oscuridad que nos rodea.
Porque Cristo es nuestra Luz te damos gracias ,
Señor
Porque Cristo es nuestra Luz te damos gracias ,
Señor
Fuego y luz
En un principio, con la luz (nos dice
la Biblia) comenzó todo.
La luz nos permite ver lo que hacemos,
La luz nos llena de alegría y nos quita los fantasmas que nos vienen en la
oscuridad.
Jesús, que es la Luz, nos dirá que los
que hacen buenas obras, los que sacrifican algo de su vida para generar vida en
los demás, viven según la luz.
Cuando Él vino, antes que la muerte lo
apagara, fue llamado luz que alumbraba a un pueblo que vivía en tinieblas. Como
hoy nosotros.
Con esperanza encendemos el fuego de
nuestra fe en el VIDA: nuestra fe en Jesús.
Monición al Pregón Pascual
Queremos proclamar a los cuatro vientos
la alegría que nos inunda por la vida que recibimos.
La hemos recibido de Él, nuestro
modelo de vida…
…tan Tolerante todos sus hermanos;
…tan pendiente de asumir su Liderazgo como Maestro;
…tan Honesto en su vida don dobleces;
…tan lleno de Luz que nos ilumina a todos
…tan vital que se esfuerza hasta el
sacrificio para dar Vida.
Pregón Pascual
¡CRISTO HA RESUCITADO!
Somos
mensajeros de una GRAN NOTICIA.
Vecinos de
Covadonga Y Campuzano
¡CRISTO HA
RESUCITADO!
Entre
profundas oscuridades, miedos, dudas, muertes….
Es cierto que Cristo vive, aleluya, aleluya
es cierto que resucitó,
aleluya, aleluya
Cristo vive y
ese es el signo de nuestra victoria, el justificante de nuestra fe.
¡CRISTO VIVE!
Nosotros
somos sus testigos.
Su luz borra
nuestras sombras e ilumina nuestras vidas.
¡CRISTO VIVE!
Es cierto que Cristo vive, aleluya,
aleluya
es cierto que resucitó,
aleluya, aleluya
Cuando
salimos a aplaudir a nuestros balcones en señal de gratitud, estamos diciendo:
¡CRISTO VIVE!
Cada
sanitario que entrega su esfuerzo y arriesga su vida por salvar la nuestra, es
signo de que:
¡CRISTO HA
RESUCITADO!
Cuando el
enfermo vive en resignación y confianza su enfermedad y sus miedos, proclama
que:
¡CRISTO VIVE!
Cuando la cajera del supermercado nos atiende, incluso con una sonrisa, nos
está transmitiendo que:
¡CRISTO HA
RESUCITADO!
Hermanos,
alegraros:
¡CRISTO VIVE!
¡ÉL ES!
¡CRISTO NOS
AMA!
Es cierto que Cristo vive, aleluya,
aleluya
es cierto que resucitó,
aleluya, aleluya
Hermanos, no
nos quedemos con esta noticia para nosotros solos,
desde nuestra
casa démosela a conocer al Mundo que tanto la necesita,
que escuche
nuestra voz y se contagie de nuestra alegría porque;
¡CRISTO VIVE! ¡CRISTO HA RESUCITADO!
Es cierto que Cristo vive, aleluya,
aleluya
es cierto que resucitó,
aleluya, aleluya
MONICIÓN A LA HISTORIA DE LA SALVACIÓN
La siguiente lectura nos recuerda los
momentos claves de la historia de la Salvación, en los que contemplamos cómo
actúa Dios con la humanidad: nos ha creado, nos ama, nos llama a la vida, nos
saca de la esclavitud y, en Jesús, destruye la muerte, para que todos tengamos
abiertas las puertas de la Vida: Vida con Él. Vida eterna. Vida en plenitud.
LA HISTORIA DE NUESTRA SALVACIÓN
En esta noche
tan importante para todos, es bueno, amigos, que recordemos nuestra historia,
que no es otra que la historia de la relación que Dios ha mantenido a lo largo
de los siglos con su pueblo, con nuestros antepasados en la fe.
Este
pueblo elegido, nuestros antepasados, contaba los orígenes del mundo de la
siguiente manera:
"Al principio creó
Dios el cielo y la tierra. La tierra era
un caos sin forma, y sólo había
tinieblas. Dijo Dios:
- Que exista la
luz.
Vio Dios que la luz era
buena y llamó luz al día y a la tiniebla noche.
- Que exista
una bóveda que separe las aguas.
Y llamó a la bóveda cielo.
Dijo Dios:
- Que se junten
las aguas de debajo del cielo.
A la masa de las aguas la
llamó mar. Y creó Dios peces y otros animales para que vivieran en ella.
- Aparezcan
también los continentes y sobre ellos nazca hierba verde y árboles de muchas
especies que den frutos y semillas.
Y vio Dios que era bueno. Y
dijo Dios:
- Haya dos
grandes luces. El sol para iluminar el día y la luna y las estrellas para dar
luz de noche.
- Llénese la
tierra de seres vivos: animales domésticos, reptiles, fieras de distintas
especies y pájaros que vuelen en el cielo.
Y vio Dios que era bueno. Y
dijo Dios:
- Hagamos a un
hombre a nuestra imagen y semejanza; que
domine los peces del mar, las aves del cielo, los animales domésticos y todos
los reptiles.
Y creó Dios al hombre y a la
mujer, a imagen de Dios los creó, los bendijo y les dijo: creced, multiplicaos, llenad y cuidad la tierra que
os entrego.
Vio Dios todo lo que había
hecho y era muy bueno. Cuando Dios terminó la tarea de la Creación , descansó y
consagró este día".
CANTO: Hoy,
Señor, te damos gracias.
Este
fue el origen tal como ellos lo contaron.
La
elección de este pueblo por parte de Dios fue a través de un personaje:
Abrahán, al que Dios un día dijo:
"Sal de tu
tierra y de la casa de tu padre a la tierra que te mostraré. Te bendeciré y
haré de ti un gran pueblo"
Abrahán,
por aquel entonces no tenía hijos y le
asaltaron serias dudas sobre la promesa que Dios le había hecho, pero de nuevo
Dios se le presentó y le habló así:
"Mira este
es mi pacto contigo: serás padre de una multitud de pueblos. Mantendré mi pacto
contigo y con tu descendencia como pacto
perpetuo. Seré tu Dios y tú serás mi pueblo"
CANTO: Confiad siempre en Dios
La
aventura de Abrahán fue una aventura de fe. no es fácil abandonar todo y
ponerse a disposición de Dios, teniendo por delante un futuro desconocido. Pese
a todo Abrahán se puso en camino.
Con
el correr de los años su pueblo es esclavizado por los egipcios. tan fuertes
fueron los gritos del pueblo maltratado que llegaron hasta Dios, su fiel amigo,
el cual recordó el pacto hecho con Abrahán y se interesó por su pueblo:
"He visto
la opresión de mi pueblo en Egipto, he oído sus quejas contra los opresores, me
he fijado en sus sufrimientos. Y he bajado a librarlos de los egipcios,
sacarlos de esta tierra para llevarlos a una tierra fértil y espaciosa, tierra
que mana leche y miel, el país de los cananeos".
Este
fue el gran gesto de compasión de Dios hacia su pueblo. Metió su mano en el
asunto y los liberó de la esclavitud y la opresión. Escogió Dios a Moisés como su intérprete y guía de su pueblo, y le dijo:
"- Di a
los israelitas que avancen. Alza el bastón y extiende la mano sobre el mar; se abrirá en dos, de modo que
mi pueblo pueda atravesarlo a pie. Yo mostraré mi gloria derrotando al Faraón
para que sepa Egipto que Yo soy el Señor.
Moisés extendió la mano sobre el mar, y los
israelitas entraron por él a pie enjuto. Los egipcios, persiguiéndolos,
entraron tras ellos, y el Señor trabó las ruedas de sus carros.
Dijo Dios a Moisés:
- Tiende tu
mano sobre el mar, y las aguas se
volverán contra los egipcios.
Moisés tendió su mano sobre
el mar, y las aguas, al reunirse, cubrieron al ejército del Faraón que había
entrado en el mar detrás de Israel, y no escapó uno sólo. Los israelitas vieron
la mano de Dios y se fiaron del Señor y de Moisés, su siervo. Entonces Moisés y
los israelitas entonaron un canto al Señor".
CANTO: Te ensalzaré Señor
De
este acontecimiento liberador del pueblo nos viene el nombre de la PASCUA, paso
del mar Rojo, paso de la esclavitud a la libertad, y todo ello de la mano de
Dios, fiel compañero en la historia del pueblo.
Pese
a todo, las cosas no fueron fáciles, cuarenta años tardó el pueblo en alcanzar
la tierra prometida, la tierra de la ilusión, la tierra de la vida.
Allí
el pueblo se organizó según la voluntad del Señor. Sus reyes entendieron lo que
Dios quería para su pueblo y vivieron tiempos de tranquilidad en los que día a
día el Dios cercano continuó haciéndose presente en medio de ellos.
Mientras
el pueblo se mantuvo fiel a Dios, la justicia y el derecho presidían la vida de sus gentes y todos disfrutaban de
una vida digna. Pero también tuvieron dificultades, surgieron divisiones entre
ellos, y esto hizo que otros pueblos
impusieran su fuerza y sus costumbres.
El
Señor descontento con la actitud del pueblo, que había olvidado la alianza, le
habló de este modo por medio del profeta Jeremías:
"Retiro de
este pueblo mi paz, misericordia y compasión. Vuestros padres me abandonaron,
no siguieron mi ley, sirviendo a dioses extranjeros. Pero vosotros sois peores
que vuestros padres, cada cual sigue la maldad de su corazón, sin escucharme a
mí. Os arrojaré de esta tierra a un país desconocido por vosotros".
Israel,
suplicante, vuelve la mirada al Dios de sus padres y le pide compasión y ayuda.
"Señor, tráenos hacia
ti para que volvamos, renueva los tiempos pasados"
Dios,
cercano, no se ha olvidado de su pueblo y está atento a sus lamentaciones. Se
muestra una vez más, como un Señor misericordioso dispuesto a acogerlo,
recordando la promesa que había hecho a sus padres:
"Cuando
estén en un país enemigo no los rechazaré hasta el punto de romper mi pacto con
ellos. Recordaré en favor de ellos e pacto de sus antepasados, a quienes saqué
de Egipto. Porque Yo soy el Señor, su Dios".
CANTO: Espera en el Señor.
Espera en el Señor, Él que cobija, sé valiente, sé valiente.
Espera en el Señor, Él que cobija, sé valiente, sé valiente.
Espera
en el Señor, Él te conduce. Te conduce y te cobija
Llegan nuevos tiempos
de prosperidad, y cuando la vida es más llevadera, cuando el bienestar se
apodera de las personas, es más fácil acudir a dioses más cómodos, a ídolos
como los que nos buscamos hoy nosotros: las riquezas, el consumismo, la
comodidad, el éxito, el poder...
La vida del pueblo se aleja de la
voluntad de Dios, son malos tiempos para los más débiles, los pobres, los
enfermos, las viudas, los esclavos.
Surgen entonces voces valientes que
recuerdan el plan de Dios, profetas que no dudan en arriesgar su vida
denunciando la traición a Yavé. Profetas que anuncian la misericordia y la compasión de Dios, que sigue llamando a su
pueblo a la conversión.
"Os
recogeré de ente las naciones, y os llevaré a vuestra tierra. Os rociaré con un
agua pura que os purificará, de todas vuestras inmundicias e idolatrías os he
de purificar. Os daré un corazón nuevo y os infundiré un espíritu nuevo;
arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne.
Os infundiré mi Espíritu y haré que caminéis según mis preceptos. Habitaréis en
la tierra que di a vuestros padres; vosotros seréis mi pueblo y yo seré vuestro
Dios".
CANTO: Hombres nuevos
Dios es fiel a
su pueblo. Mantiene su alianza y cumple sus promesas. Por eso culmina su pacto
con la llegada de un libertador, esperanza para todos los pueblos y todos los
tiempos. Dios mismo es el Libertador y Salvador, como lo anunció Isaías:
"De mi
pueblo nacerá un niño. Sobre él se posará el espíritu del Señor: espíritu de
prudencia y sabiduría, espíritu de consejo y valentía, espíritu de conocimiento
y respeto al Señor. Juzgará a los pobres con justicia, con rectitud a los
desamparados. La justicia será cinturón de sus lomos y la lealtad, cinturón de sus caderas.
Habitará el lobo con el cordero, el novillo y el león pacerán juntos".
MONICIÓN AL GLORIA
Hace cuatro meses oíamos a los ángeles proclamar la Gloria de nuestro Dios, para que por su aparición con nosotros, comunicada a los pastores de Belén sintiéramos la alegría de esa presencia.
Hoy, un nuevo paso de Dios en nuestra
historia, nos hace proclamar, de nuevo esa gloria de nuestro Dios. Con la
alegría de quienes se sienten liberados de la muerte y enaltecidos con la vida
que Él nos transmite, cantamos..
CANTO: Gloria de Tejo.
MONICIÓN A LA CARTA DE PABLO
Pablo nos recuerda que el bautismo nos
identifica con Cristo Muerto y Resucitado. Hemos renacido a una vida nueva, y
este renacer supone vivir de una manera nueva. Es un canto de alegría y de
esperanza, pues sabemos que nuestra vieja personalidad ha dado paso a la vida
sin fin, la misma vida de Cristo Resucitado.
Lectura
de la carta del apóstol san Pablo a la Comunidad de Roma 6, 3‑11
Hermanos:
Los que por el bautismo nos hemos
incorporado a Jesús hemos sido también incluidos en su muerte, para que, así
como Él resucitó también tengamos una vida nueva. Porque, si estamos unidos a
él, lo estamos en la muerte y en la resurrección.
Por eso, nuestra vieja condición de
pecadores, ha quedado en la Cruz de Cristo,
y hemos adquirido una nueva y libre condición; la de los hijos de Dios
Por tanto, consideraos muertos al
pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús.
Palabra de Dios.
MONICIÓN A LA LECTURA EVANGÉLICA
Lectura
del santo evangelio según san Mateo
28, 1‑10
En la madrugada del sábado, al
alborear el primer día de la semana, fueron María Magdalena y la otra María a
ver el sepulcro. Y de pronto tembló fuertemente la tierra, pues un ángel del
Señor, bajando del cielo y acercándose, corrió la piedra y se sentó encima. Su
aspecto era de relámpago y su vestido blanco como la nieve; los
centinelas temblaron de miedo y quedaron como muertos. El ángel habló a las
mujeres:
‑ «Vosotras, no temáis; ya sé que
buscáis a Jesús, el crucificado. No está aquí. Ha resucitado, como había dicho.
Venid a ver el sitio donde yacía e id aprisa a decir a sus discípulos: "Ha
resucitado de entre los muertos y va por delante de vosotros a Galilea. Allí lo
veréis." Mirad, os lo he anunciado.»
Ellas se marcharon a toda prisa del
sepulcro; impresionadas y llenas de alegría, corrieron a anunciarlo a los
discípulos.
De pronto, Jesús les salió al
encuentro y les dijo:
‑ «Alegraos. »
Ellas se acercaron, se postraron
ante él y le abrazaron los pies.
Jesús les dijo:
‑ «No tengáis miedo: id a comunicar
a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán.»
Palabra
del Señor.
ORACIÓN DE FIELES
1. Tú, que con la
resurrección de Jesús has vencido las fuerzas del mal destruyendo el pecado y
la muerte, concede a todos tus hijos que
hoy nos sentimos atribulados por esta enfermedad, fortaleza y valentía para
salir adelante.
2. Tú, que con la
resurrección de Jesús nos has abierto las puertas de la vida, a cuantos
pensaban recibir el sacramento del bautismo en estos días y por razón del
estado de alarma no podrán hacerlo, concede participar, de todos los modos, de
la vida nueva de Cristo resucitado.
3. Tú, que con la
resurrección de Jesús enalteces nuestra realidad humana, concede a todos tus
hijos e hijas valentía y constancia a la hora de respetarnos y no poner el
peligro de contagio a los demás por nuestra irresponsabilidad.
4. Tú, que con la
resurrección de Jesús nos has mostrado que la fraternidad es universal,
concédenos ser tolerantes con los hermanos diferentes y ayúdanos para que esas
diferencias nos enriquezcan.
5. Tú, que con la
resurrección de Jesús nos enseñas el camino de la compasión, fortalece a
nuestros hermanos, profesionales de la salud para que la ayuda que prestan a
los demás no genere en ellos situaciones desafortunadas
6. Tú, que con la
resurrección de Jesús nos muestras el amor a la vida en todas sus
manifestaciones, danos voluntad de defenderla en todos los que hoy la tienen en
entredicho.
7. Tú, que con la
resurrección de Jesús has vencido a la muerte, concede a todos nuestros
hermanos que ha matado esta pandemia, el gozo de contemplar tu rostro cara a
cara y vivir para siempre junto a Ti.
8. Tú, que con la
resurrección de Jesús nos has dado una vida nueva, concede a esta comunidad
parroquial permanecer firme en la fe, alegre en la esperanza y constante en el
amor.
PADRE NUESTRO
Padre nuestro que estas en la
alegría
Que sea cada día santificado tu
gozo
Que venga Señor tu risa a
nuestras caras
Que el cielo y tierra se haga tu
buen humor
Y danos hoy nuestra Sonrisa
cotidiana
Perdónanos porque nos cuesta
contagiarla
Como nosotros perdonamos caras
largas
Y nos dejes creer que esta vida
es amarga
Y líbranos del mal humor líbranos
del mal humor
Padre nuestro...ORACIÓN CON MOTIVO DE LA PANDEMIA DEL COVID-19
Estamos viviendo tiempos duros y
totalmente desconocidos e imprevisibles por razón de este virus que ha puesto
en alarma a todos los habitantes de nuestra tierra.
Esto genera en nuestra sociedad una inseguridad
estructural que socaba nuestra tranquilidad. No sabemos cómo los próximos días
que vengan cuando se vayan vaciando los hospitales; ilumina nuestras mentes y
nuestra generosidad para acertar en nuestras conductas en beneficio del bien
común y de la salud de todos nuestros vecinos, comprometiéndonos con ella.
Padre nuestro, con confianza te
pedimos que el Covid-19 no haga más daño y que
pueda controlarse pronto esta epidemia y que devuelvas pronto la salud a
los afectados y la paz a los lugares a donde ha llegado. Acoge a las personas
que han fallecido por esta enfermedad, conforta sus familias. Sostén y protege al personal sanitario que
la combate e inspira y bendice a los que trabajan para controlarla. Señor
Jesús, nos sentimos desvalidos en esta situación de emergencia sanitaria
internacional, pero confiamos en ti, danos tu paz y la salud”, Tú que eres
nuestro hermano y cuidas de nosotros. Amen
Podemos descansar en paz
¡¡¡¡ALELUYA!!!!
¡¡¡¡ALELUYA!!!!
EL CHOCOLATE CON BIZCOCHOS
CADA UNO EN SU CASA
¡¡¡¡FELICES PASCUAS A TODOS!!!!
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