
Tiempo de Pascua
Lunes de la cuarta semana
Oración del atardecer
Vísperas
(Se hace la señal de la cruz mientras se
dice:)
V/. -Dios mío, ven en mi auxilio.
R/. -Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre y al Hijo y al
Espíritu Santo
como era en el principio, ahora y
siempre,
por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya Himno: Desde que tú te has ido
Desde que tú
te has ido. Desde que te has marchado,
mis manos
tienen frío por no tener tus manos
Desde que tú
te has ido. Desde que me has dejado,
yo solo soy
la sombra de aquella que has amado
Y en mi
jardín pequeño de sueños y esperanzas
hay un rumor
a invierno amor sin ti no tengo nada
Desde que tú
te has ido. Desde que me he quedado,
en esta casa
nuestra es que me falta algo
No sé si es
el aire, no sé si es la luz,
pero cuando
miro amor, sé que me faltas tú.
Pero cuando
miro amor, sé que me faltas tú.
Si de tus
labios tiernos bebí todo mi canto,
ahora y en
silencio amor, quiero llorar mi llanto.
Salmo 135 - A Himno pascual.
Ant.: El que es de Cristo es una criatura
nueva. Aleluya.
Dad
gracias al Señor porque es bueno:
porque
es eterna su misericordia.
Dad
gracias al Dios de los dioses:
porque
es eterna su misericordia.
Dad
gracias al Señor de los señores:
porque
es eterna su misericordia.
Sólo
él hizo grandes maravillas:
porque
es eterna su misericordia.
Él
hizo sabiamente los cielos:
porque
es eterna su misericordia.
Él
afianzó sobre las aguas la tierra:
porque
es eterna su misericordia.
Él
hizo lumbreras gigantes:
porque
es eterna su misericordia.
El
sol que gobierna el día:
porque
es eterna su misericordia.
La
luna que gobierna la noche:
porque
es eterna su misericordia.
Gloria
al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
como
era en el principio, ahora y siempre,
por
los siglos de los siglos. Amén.
Ant.: El que es de Cristo es una criatura
nueva. Aleluya.
Salmo 135 – B
Ant.: Amemos a Dios, porque Él nos amó primero. Aleluya.
Él
hirió a Egipto en sus primogénitos:
porque
es eterna su misericordia.
Y
sacó a Israel de aquel país:
porque
es eterna su misericordia.
Con
mano poderosa, con brazo extendido:
porque
es eterna su misericordia.
Él
dividió en dos partes el mar Rojo:
porque
es eterna su misericordia.
Y
condujo por en medio a Israel:
porque
es eterna su misericordia.
Arrojó
en el mar Rojo al faraón:
porque
es eterna su misericordia.
Guió
por el desierto a su pueblo:
porque
es eterna su misericordia.
Él
hirió a reyes famosos:
porque
es eterna su misericordia.
Dio
muerte a reyes poderosos:
porque
es eterna su misericordia.
A
Sijón, rey de los amorreos:
porque
es eterna su misericordia.
Y a Hog, rey de Basán:
porque
es eterna su misericordia.
Les dio su tierra en heredad:
porque
es eterna su misericordia.
En heredad a Israel su siervo:
porque
es eterna su misericordia.
En nuestra humillación, se acordó de nosotros:
porque
es eterna su misericordia.
Y
nos libró de nuestros opresores:
porque
es eterna su misericordia.
Él
da alimento a todo viviente:
porque
es eterna su misericordia.
Dad
gracias al Dios del cielo:
porque
es eterna su misericordia.
Gloria
al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
como
era en el principio, ahora y siempre,
por
los siglos de los siglos. Amén.
Ant.: Amemos a Dios, porque Él nos amó
primero. Aleluya.
Cántico: Efesios 1, 3-10 El Dios Salvador
Ant: De su plenitud todos hemos
recibido, gracia tras gracia. Aleluya.
Bendito sea Dios,
Padre
de nuestro Señor Jesucristo,
que
nos ha bendecido en la persona de Cristo
con
toda clase de bienes espirituales y celestiales.
Él nos eligió en la persona de
Cristo,
antes
de crear el mundo,
para
que fuésemos santos
e
irreprochables ante Él por el amor.
Él nos ha destinado en la persona de
Cristo,
por
pura iniciativa suya,
a
ser sus hijos,
para
que la gloria de su gracia,
que
tan generosamente nos ha concedido
en
su querido Hijo,
redunde
en alabanza suya.
Por este Hijo, por su sangre,
hemos
recibido la redención,
el
perdón de los pecados.
El
tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia
ha
sido un derroche para con nosotros,
dándonos
a conocer el misterio de su voluntad.
Este es el plan
que
había proyectado realizar por Cristo
cuando
llegase el momento culminante:
recapitular
en Cristo todas las cosas
del
cielo y de la tierra.
Gloria al Padre y al Hijo y al
Espíritu Santo
como
era en el principio, ahora y siempre,
por
los siglos de los siglos. Amén.
Ant: De su plenitud todos hemos recibido, gracia tras
gracia. Aleluya
Lecturas
Primera lectura Libro
de los Hechos de los Apóstoles 11, 1
- 18.
También a los gentiles les ha
otorgado Dios la conversión que lleva a la vida,
En aquellos días, los apóstoles y
los hermanos de Judea se enteraron de que también los gentiles habían recibido
la palabra de Dios. Cuando Pedro subió a Jerusalén, los partidarios de la
circuncisión le reprocharon:
- “Has entrado en casa de
incircuncisos y has comido con ellos”.
Pedro entonces se puso a exponerles
los hechos por su orden:
- “«Estaba yo orando en la ciudad de
Jafa, cuando tuve en éxtasis una visión: Algo que bajaba, una especie de toldo
grande, cogido de los cuatro picos, que se descolgaba del cielo hasta donde yo
estaba. Miré dentro y vi cuadrúpedos, fieras, reptiles y pájaros. Luego oí una
voz que me decía: ‘Anda, Pedro, mata y come’. Yo respondí: ‘Ni pensarlo, Señor;
jamás ha entrado en mi boca nada profano o impuro’. La voz del cielo habló de
nuevo: ‘Lo que Dios ha declarado puro, no lo llames tú profano’. Esto se
repitió tres veces, y de un tirón lo subieron todo al cielo.
En aquel preciso momento se
presentaron, en la casa donde estábamos, tres hombres que venían de Cesarea con
un recado para mí. El Espíritu me dijo que me fuera con ellos sin más. Me
acompañaron estos seis hermanos, y entramos en casa de aquel hombre. Él nos
contó que había visto en su casa al ángel que, en pie, le decía: ‘Manda recado
a Jafa e invita a Simón Pedro a que venga; lo que te diga te traerá la
salvación a ti y a tu familia’.
En cuanto empecé a hablar, bajó
sobre ellos el Espíritu Santo, igual que había bajado sobre nosotros al
principio; me acordé de lo que había dicho el Señor: ‘Juan bautizó con agua,
pero vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo. Pues, si Dios les ha dado a
ellos el mismo don que a nosotros, por haber creído en el Señor Jesucristo,
¿quién era yo para oponerme a Dios?’.
Con esto se calmaron y alabaron a
Dios diciendo:
- ‘También a los gentiles les ha
otorgado Dios la conversión que lleva a la vida’”.
Canto Como busca la cierva
Ant.: Como busca
la cierva, la fuente del agua, así mi alma te busca a ti, Dios mío.
Mi alma tiene sed, sed del
Dios vivo,
¿cuándo entraré a ver el rostro
de Dios?
¿En dónde está tu Dios? ¡oh! alma mía,
¿En dónde está tu Dios? ¡oh! alma mía,
pronto desea llegar a tu
casa Señor.
Tu luz y Tu verdad, envían a mi alma,
Tu luz y Tu verdad, envían a mi alma,
ellas me guiarán a tu
morada de amor.
Y llegaré a tu altar, Dios
de mi gozo,
allí te alabaré Señor mi
Dios.
Evangelio Juan
10, 11- 18
El buen pastor da la vida por las ovejas.
En aquel tiempo, dijo Jesús:
- «Yo soy el buen Pastor. El buen pastor
da la vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las
ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo hace estrago y
las dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas.
Yo soy el buen Pastor, que conozco a las
mías, y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce, y yo conozco al
Padre; yo doy mi vida por las ovejas.
Tengo, además, otras ovejas que no son
de este redil; también a ésas las tengo que traer, y escucharán mi voz, y habrá
un solo rebaño, un solo Pastor.
Por esto me ama el
Padre, porque yo entrego mi vida para poder recuperarla. Nadie me la quita,
sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para entregarla y tengo poder
para recuperarla: este mandato he recibido de mi Padre».
Reflexión:
Lucas
retrata a Pedro formando un grupo de siete hermanos, rompiendo los esquemas
judíos para dar acceso franco a los gentiles en la comunidad de creyentes.
¿Cómo
justifica Pedro su “desviación”? No fue su iniciativa, arguye Pedro, sino del
Espíritu de Dios. Ese Espíritu queda patente en la recepción del Evangelio de
Cristo Resucitado de parte de aquellos paganos y en la hospitalidad que
prodigan a sus predicadores.
La apertura que
caracteriza a la fe cristiana tiene que ver menos con formulaciones diferentes
del misterio de Cristo y más con las maneras de integrar a las personas, con
sus propias historias, en una comunidad de vida. El común denominador es el don
que Dios otorga a unos y a otros, indiscriminadamente: su Espíritu Santo. A
partir de aquí se establecen los parámetros de la relación entre los miembros
del mismo cuerpo eclesial. No hay quienes detenten una porción mayor o menor
del Espíritu de Dios, sino responsabilidades mayores o menores en el servicio
fraterno.
¿Existen diferencias
de trato o privilegios en el seno de la Iglesia? y
¿en nuestra comunidad
parroquial?.
Tú ¿te siente discriminado o beneficiado?
Responsorio Breve
Ant.: Mis ovejas escuchan mi voz, dice el
Señor, Aleluya, aleluya.
Yo las conozco, y ellas
me siguen. Aleluya,
aleluya.
Gloria
al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
Mis
ovejas escuchan mi voz, dice el Señor, Aleluya, aleluya.
Magníficat.
Ant.: Tengo otras ovejas que
no son de este redil; también a ésas las tengo que traer, y escucharán mi voz,
y habrá un solo rebaño y un solo Pastor. Aleluya.
† (se hace la señal de la cruz mientras se comienza a cantar)
Está en
portugués. Se entiende fácilmente. La traducción es como sigue:
1.
Mi
alma engrandece al Señor,
y se alegra mi espíritu
en Dios mi Salvador,
porque
vio la pequeñez de su criada.
Desde ahora todas la
generaciones me llamarán bendita.
2.
El
Poderoso hizo en mí maravillas
y santo es su nombre.
Su amor , de generación
en generación
llega a todos que lo
respetan.
3.
Desplegó
el poder de su brazo,
dispersó a los
orgullosos,
derribo a los poderosos
de sus tronos,
y a los humildes exaltó.
4.
De
bienes sació a los hambrientos
y despidió sin nada a
los ricos.
Acogió a Israel su
servidor, fiel a su amor,
como le había prometido
a nuestros padres.
5.
En
nombre de Abraham y sus hijos, para siempre.
Demos gloria al Padre Todopoderoso
Dios
y su hijo Jesucristo, nuestro Señor
y Espíritu que habita en nuestro pecho
y su hijo Jesucristo, nuestro Señor
y Espíritu que habita en nuestro pecho
por siglos de siglos. Amén. Amén
Ant.: Tengo otras ovejas que
no son de este redil; también a ésas las tengo que traer, y escucharán mi voz,
y habrá un solo rebaño y un solo Pastor. Aleluya.
Preces
Llenos de gozo, oremos
a Cristo, el Señor, que con su resurrección ha iluminado el mundo entero, y
digámosle:
- Cristo, vida
nuestra, escúchanos
Señor Jesús, que te
hiciste compañero de camino de los discípulos que dudaban de ti,
- acompaña también a
tu Iglesia peregrina entre las dificultades e incertidumbres de esta vida
No permitas que tus
fieles sean torpes y necios para creer, aumenta su fe,
- para que te
proclamen vencedor de la muerte
Mira, Señor, con bondad
a cuantos no te reconocieron en su camino,
- y manifiéstate a
ellos, para que te confiesen como su Salvador
Tú que por la cruz
reconciliaste a todos los hombres, uniéndolos en tu cuerpo,
- concede la paz y
la unidad a las naciones
Tú que eres el Padre
Bueno para todos tus hijos,
- otorga a los
difuntos que creyeron en ti, la participación en tu Vida divina
Sólo el Amor - Silvio
Rodriguez
Debes amar
la arcilla que va en tus manos
Debes amar su arena hasta la locura
Y si no, no la emprendas que será en vano
Sólo el amor alumbra lo que perdura
Sólo el amor convierte en milagro el barro
Sólo el amor alumbra lo que perdura
Sólo el amor convierte en milagro el barro
Debes amar su arena hasta la locura
Y si no, no la emprendas que será en vano
Sólo el amor alumbra lo que perdura
Sólo el amor convierte en milagro el barro
Sólo el amor alumbra lo que perdura
Sólo el amor convierte en milagro el barro
Debes amar
el tiempo de los intentos
Debes amar
la hora que nunca brilla
Y si no, no pretendas tocar lo cierto
Sólo el amor engendra la maravilla
Sólo el amor consigue encender lo muerto
Sólo el amor engendra la maravilla
Sólo el amor consigue encender lo muerto
Y si no, no pretendas tocar lo cierto
Sólo el amor engendra la maravilla
Sólo el amor consigue encender lo muerto
Sólo el amor engendra la maravilla
Sólo el amor consigue encender lo muerto
Final
Oh
Dios, que por medio de la humillación de tu Hijo levantaste a la humanidad
caída, concede a tus fieles la verdadera alegría, para que quienes han sido
librados de la esclavitud del pecado alcancen también la felicidad eterna. Por
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive contigo y el Espíritu es Dios por
los siglos de los siglos. Amén.
Canto a María
Quiero decir que sí como tu Maria
Quiero decir que sí, como Tú, María,
como Tú un día, como Tú, María.
Quiero decir que sí, quiero decir
que sí,
quiero decir que sí, quiero decir
que sí.
Quiero negarme a mí, como Tú, María,
como Tú un día, como Tú, María.
Quiero negarme a mí...
Quiero entregarme a Él, como Tú,
María,
como Tú un día, como Tú, María.
Quiero entregarme a Él...
Quiero seguirle a Él, como tú,
María,
como tú, un día, como tú, María.
Quiero entregarme a Él...
¡quédate
en casa!
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