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lunes, 4 de mayo de 2020

Tiempo de Pascua: Oración del atardecer- Lunes


Tiempo de Pascua
Lunes de la cuarta semana
Oración del atardecer
Vísperas

(Se hace la señal de la cruz mientras se dice:)
V/.    -Dios mío, ven en mi auxilio.
R/.    -Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo             
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya

Himno:                 Desde que tú te has ido


Desde que tú te has ido. Desde que te has marchado,
mis manos tienen frío por no tener tus manos

Desde que tú te has ido. Desde que me has dejado,
yo solo soy la sombra de aquella que has amado

Y en mi jardín pequeño de sueños y esperanzas
hay un rumor a invierno amor sin ti no tengo nada

Desde que tú te has ido. Desde que me he quedado,
en esta casa nuestra es que me falta algo

No sé si es el aire, no sé si es la luz,
pero cuando miro amor, sé que me faltas tú.
Pero cuando miro amor, sé que me faltas tú.

Si de tus labios tiernos bebí todo mi canto,
ahora y en silencio amor, quiero llorar mi llanto.

Salmo 135 - A Himno pascual.

Ant.: El que es de Cristo es una criatura nueva. Aleluya.

Dad gracias al Señor porque es bueno:
porque es eterna su misericordia.

Dad gracias al Dios de los dioses:
porque es eterna su misericordia.

Dad gracias al Señor de los señores:
porque es eterna su misericordia.

Sólo él hizo grandes maravillas:
porque es eterna su misericordia.

Él hizo sabiamente los cielos:
porque es eterna su misericordia.

Él afianzó sobre las aguas la tierra:
porque es eterna su misericordia.

Él hizo lumbreras gigantes:
porque es eterna su misericordia.

El sol que gobierna el día:
porque es eterna su misericordia.

La luna que gobierna la noche:
porque es eterna su misericordia.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant.: El que es de Cristo es una criatura nueva. Aleluya.

                        Salmo 135 – B

Ant.: Amemos a Dios, porque Él nos amó primero. Aleluya.

Él hirió a Egipto en sus primogénitos:
porque es eterna su misericordia.

Y sacó a Israel de aquel país:
porque es eterna su misericordia.

Con mano poderosa, con brazo extendido:
porque es eterna su misericordia.

Él dividió en dos partes el mar Rojo:
porque es eterna su misericordia.

Y condujo por en medio a Israel:
porque es eterna su misericordia.

Arrojó en el mar Rojo al faraón:
porque es eterna su misericordia.

Guió por el desierto a su pueblo:
porque es eterna su misericordia.

Él hirió a reyes famosos:
porque es eterna su misericordia.

Dio muerte a reyes poderosos:  
porque es eterna su misericordia.

A Sijón, rey de los amorreos:
porque es eterna su misericordia.

Y a Hog, rey de Basán:
porque es eterna su misericordia.

Les dio su tierra en heredad:
porque es eterna su misericordia.

En heredad a Israel su siervo:
porque es eterna su misericordia.

En nuestra humillación, se acordó de nosotros:
porque es eterna su misericordia.

Y nos libró de nuestros opresores:
porque es eterna su misericordia.

Él da alimento a todo viviente:
porque es eterna su misericordia.

Dad gracias al Dios del cielo:
porque es eterna su misericordia.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant.: Amemos a Dios, porque Él nos amó primero. Aleluya.

   Cántico: Efesios 1, 3-10         El Dios Salvador


Ant: De su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia. Aleluya.

Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.

Él nos eligió en la persona de Cristo,
antes de crear el mundo,
para que fuésemos santos
e irreprochables ante Él por el amor.

Él nos ha destinado en la persona de Cristo,
por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido
en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.

Por este Hijo, por su sangre,
hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia
ha sido un derroche para con nosotros,
dándonos a conocer el misterio de su voluntad.

Este es el plan
que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento culminante:
recapitular en Cristo todas las cosas
del cielo y de la tierra.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant: De su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia. Aleluya

Lecturas

Primera lectura      Libro de los Hechos de los Apóstoles 11, 1 - 18.
También a los gentiles les ha otorgado Dios la conversión que lleva a la vida,

En aquellos días, los apóstoles y los hermanos de Judea se enteraron de que también los gentiles habían recibido la palabra de Dios. Cuando Pedro subió a Jerusalén, los partidarios de la circuncisión le reprocharon:
- “Has entrado en casa de incircuncisos y has comido con ellos”.
Pedro entonces se puso a exponerles los hechos por su orden:
- “«Estaba yo orando en la ciudad de Jafa, cuando tuve en éxtasis una visión: Algo que bajaba, una especie de toldo grande, cogido de los cuatro picos, que se descolgaba del cielo hasta donde yo estaba. Miré dentro y vi cuadrúpedos, fieras, reptiles y pájaros. Luego oí una voz que me decía: ‘Anda, Pedro, mata y come’. Yo respondí: ‘Ni pensarlo, Señor; jamás ha entrado en mi boca nada profano o impuro’. La voz del cielo habló de nuevo: ‘Lo que Dios ha declarado puro, no lo llames tú profano’. Esto se repitió tres veces, y de un tirón lo subieron todo al cielo.
En aquel preciso momento se presentaron, en la casa donde estábamos, tres hombres que venían de Cesarea con un recado para mí. El Espíritu me dijo que me fuera con ellos sin más. Me acompañaron estos seis hermanos, y entramos en casa de aquel hombre. Él nos contó que había visto en su casa al ángel que, en pie, le decía: ‘Manda recado a Jafa e invita a Simón Pedro a que venga; lo que te diga te traerá la salvación a ti y a tu familia’.
En cuanto empecé a hablar, bajó sobre ellos el Espíritu Santo, igual que había bajado sobre nosotros al principio; me acordé de lo que había dicho el Señor: ‘Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo. Pues, si Dios les ha dado a ellos el mismo don que a nosotros, por haber creído en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo para oponerme a Dios?’.
Con esto se calmaron y alabaron a Dios diciendo:
- ‘También a los gentiles les ha otorgado Dios la conversión que lleva a la vida’”.

Canto                                  Como busca la cierva
Salmo 33(32),4-5.18-19.20.22.
Porque la palabra del Señor es recta
y él obra siempre con lealtad;
él ama la justicia y el derecho,
y la tierra está llena de su amor.

Los ojos del Señor están fijos sobre sus fieles,
sobre los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y sustentarlos en el tiempo de indigencia.

Nuestra alma espera en el Señor;
él es nuestra ayuda y nuestro escudo.
Señor, que tu amor descienda sobre nosotros,
conforme a la esperanza que tenemos en ti.
Salmo 33(32),4-5.18-19.20.22.
Porque la palabra del Señor es recta
y él obra siempre con lealtad;
él ama la justicia y el derecho,
y la tierra está llena de su amor.

Los ojos del Señor están fijos sobre sus fieles,
sobre los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y sustentarlos en el tiempo de indigencia.

Nuestra alma espera en el Señor;
él es nuestra ayuda y nuestro escudo.
Señor, que tu amor descienda sobre nosotros,
conforme a la esperanza que tenemos en ti.



    

Ant.: Como busca la cierva, la fuente del agua, así mi alma te busca a ti, Dios mío.

Mi alma tiene sed, sed del Dios vivo,
¿cuándo entraré a ver el rostro de Dios?

¿En dónde está tu Dios? ¡oh! alma mía,
pronto desea llegar a tu casa Señor.

Tu luz y Tu verdad, envían a mi alma,
ellas me guiarán a tu morada de amor.

Y llegaré a tu altar, Dios de mi gozo,
allí te alabaré Señor mi Dios.

 Evangelio                                 Juan 10, 11- 18
El buen pastor da la vida por las ovejas.

En aquel tiempo, dijo Jesús:
- «Yo soy el buen Pastor. El buen pastor da la vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo hace estrago y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas.
Yo soy el buen Pastor, que conozco a las mías, y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas.
Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; también a ésas las tengo que traer, y escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño, un solo Pastor.
Por esto me ama el Padre, porque yo entrego mi vida para poder recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para entregarla y tengo poder para recuperarla: este mandato he recibido de mi Padre».
Reflexión:
Lucas retrata a Pedro formando un grupo de siete hermanos, rompiendo los esquemas judíos para dar acceso franco a los gentiles en la comunidad de creyentes.
¿Cómo justifica Pedro su “desviación”? No fue su iniciativa, arguye Pedro, sino del Espíritu de Dios. Ese Espíritu queda patente en la recepción del Evangelio de Cristo Resucitado de parte de aquellos paganos y en la hospitalidad que prodigan a sus predicadores.
La apertura que caracteriza a la fe cristiana tiene que ver menos con formulaciones diferentes del misterio de Cristo y más con las maneras de integrar a las personas, con sus propias historias, en una comunidad de vida. El común denominador es el don que Dios otorga a unos y a otros, indiscriminadamente: su Espíritu Santo. A partir de aquí se establecen los parámetros de la relación entre los miembros del mismo cuerpo eclesial. No hay quienes detenten una porción mayor o menor del Espíritu de Dios, sino responsabilidades mayores o menores en el servicio fraterno.
¿Existen diferencias de trato o privilegios en el seno de la Iglesia? y
 ¿en nuestra comunidad parroquial?. 
Tú ¿te siente discriminado o beneficiado?
Responsorio Breve

Ant.: Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor, Aleluya, aleluya.
          Yo las conozco, y ellas me siguen. Aleluya, aleluya.
          Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
          Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor, Aleluya, aleluya.
Magníficat.

Ant.: Tengo otras ovejas que no son de este redil; también a ésas las tengo que traer, y escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño y un solo Pastor. Aleluya.

(se hace la señal de la cruz mientras se comienza a cantar) 


Está en portugués. Se entiende fácilmente. La traducción es como sigue:

1.  Mi alma engrandece al Señor,
y se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador,
porque vio la pequeñez de su criada.
Desde ahora todas la generaciones me llamarán bendita.

2.  El Poderoso hizo en mí maravillas
y santo es su nombre.
Su amor , de generación en generación
llega a todos que lo respetan.

3.  Desplegó el poder de su brazo,
dispersó a los orgullosos,
derribo a los poderosos de sus tronos,
y a los humildes exaltó.  

4.  De bienes sació a los hambrientos
y despidió sin nada a los ricos.
Acogió a Israel su servidor, fiel a su amor,
como le había prometido a nuestros padres.

5.  En nombre de Abraham y sus hijos, para siempre.
Demos gloria al Padre Todopoderoso Dios
y su hijo Jesucristo, nuestro Señor
y Espíritu que habita en nuestro pecho
por siglos de siglos. Amén. Amén

Ant.: Tengo otras ovejas que no son de este redil; también a ésas las tengo que traer, y escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño y un solo Pastor. Aleluya.

Preces
Llenos de gozo, oremos a Cristo, el Señor, que con su resurrección ha iluminado el mundo entero, y digámosle:
-    Cristo, vida nuestra, escúchanos
Señor Jesús, que te hiciste compañero de camino de los discípulos que dudaban de ti,
-    acompaña también a tu Iglesia peregrina entre las dificultades e incertidumbres de esta vida
No permitas que tus fieles sean torpes y necios para creer, aumenta su fe,
-    para que te proclamen vencedor de la muerte
Mira, Señor, con bondad a cuantos no te reconocieron en su camino,
-    y manifiéstate a ellos, para que te confiesen como su Salvador
Tú que por la cruz reconciliaste a todos los hombres, uniéndolos en tu cuerpo,
-    concede la paz y la unidad a las naciones
Tú que eres el Padre Bueno para todos tus hijos,
-    otorga a los difuntos que creyeron en ti, la participación en tu Vida divina
Sólo el Amor - Silvio Rodriguez



Debes amar la arcilla que va en tus manos
Debes amar su arena hasta la locura
Y si no, no la emprendas que será en vano
Sólo el amor alumbra lo que perdura
Sólo el amor convierte en milagro el barro
Sólo el amor alumbra lo que perdura
Sólo el amor convierte en milagro el barro

Debes amar el tiempo de los intentos
Debes amar la hora que nunca brilla
Y si no, no pretendas tocar lo cierto
Sólo el amor engendra la maravilla
Sólo el amor consigue encender lo muerto
Sólo el amor engendra la maravilla
Sólo el amor consigue encender lo muerto

Final
Oh Dios, que por medio de la humillación de tu Hijo levantaste a la humanidad caída, concede a tus fieles la verdadera alegría, para que quienes han sido librados de la esclavitud del pecado alcancen también la felicidad eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive contigo y el Espíritu es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
 Canto a María
Quiero decir que sí como tu Maria


Quiero decir que sí, como Tú, María,
como Tú un día, como Tú, María.

Quiero decir que sí, quiero decir que sí,
quiero decir que sí, quiero decir que sí.

Quiero negarme a mí, como Tú, María,
como Tú un día, como Tú, María.

Quiero negarme a mí...

Quiero entregarme a Él, como Tú, María,
como Tú un día, como Tú, María.

Quiero entregarme a Él...

Quiero seguirle a Él, como tú, María,
como tú, un día, como tú, María.

Quiero entregarme a Él...

¡quédate en casa!




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