El inicio del tiempo cuaresmal está marcado por el miércoles de ceniza, se nos ofrece la oportunidad de convertirnos de cambiar nuestro corazón.
La ceniza signo de fragilidad nos recuerda nuestro origen y
nuestro fin, otro año más tenemos tiempo para pensar en cómo es nuestra vida y
cómo puedo mejorarla.
El ayuno, la oración y la limosna nos pueden ayudar a descubrir
una cuaresma más responsable y solidaria en tres dimensiones, personal con el
ayuno, con dios por medio de la oración y con los hombres por medio de la
limosna.
. La vía de la pobreza y de la privación (el ayuno), la
mirada y los gestos de amor hacia el hombre herido (la limosna) y el diálogo
filial con el Padre (la oración) nos permiten encarnar una fe sincera, una
esperanza viva y una caridad operante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario