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lunes, 26 de enero de 2015

EL PAPA FRANCISCO: QUIERO BAUTIZAR A MI HIJO.

          PAPA FRANCISCO:  QUIERO BAUTIZAR A MI HIJO.
"Piensen en una madre soltera que va a la Iglesia o a la parroquia, y le dice al secretario: QUIERO BAUTIZAR A MI HIJO.
y el que le atiende le dice: No, no se puede, porque Ud. no se ha casado...
Tengamos en cuenta que ...esta madre tuvo el valor para continuar con un embarazo, y ¿con qué se encuentra? Con una puerta cerrada!
Y así, si seguimos este camino y con esta actitud, no estamos haciendo bien a la gente, al Pueblo de Dios.
Jesús creó los siete sacramentos y con este tipo de actitud creamos un octavo: ¡el sacramento de la aduana pastoral!
“QUIEN SE ACERCA A LA IGLESIA DEBE ENCONTRAR PUERTAS ABIERTAS Y NO FISCALES DE LA FE".
"Necesitamos santos sin velo, sin sotana. Necesitamos santos de jeans y zapatillas.
Necesitamos santos que vayan al cine, escuchen música y paseen con sus amigos.
Necesitamos santos que coloquen a Dios en primer lugar y que sobresalgan en la Universidad.
Necesitamos santos que busquen tiempo para rezar cada dia y que sepan enamorarse en la pureza y castidad, o que consagren su castidad.
Necesitamos santos modernos, santos del siglo XXI con una espiritualidad insertada en nuestro tiempo.
Necesitamos santos comprometidos con los pobres y los necesarios cambios sociales.
Necesitamos santos que vivan en el mundo, se santifiquen en el mundo y que no tengan miedo de vivir en el mundo.
Necesitamos santos que tomen Coca Cola y coman hot-dogs, que sean internautas, que escuchen iPod.
Necesitamos santos que amen la Eucaristía y que no tengan vergüenza de tomar una cerveza o comer pizza el fin de semana con los amigos.
Necesitamos santos a los que les guste el cine, el teatro, la música, la danza, el deporte.
Necesitamos santos sociables, abiertos, normales, amigos, alegres, compañeros.
Necesitamos santos que estén en el mundo y que sepan saborear las cosas puras y buenas del mundo, pero sin ser mundanos".

Esos tenemos que ser nosotros!!!

domingo, 18 de enero de 2015

LA NIÑA QUE HIZO CAMBIAR LA HOMILÍA AL PAPA FRANCISCO EN FILIPINAS

la niña filipina que inspiro al papa francisco a cambiar el discurso de la homilía

Esta es Glyzelle Palomar, la niña filipina que inspiró al Papa Francisco
 VER VIDEO la niña filipina que inspiro al papa francisco a cambiar el discurso de la homilia

En un discurso improvisado en la universidad de Santo Tomás de Manila, el Papa Francisco instó este domingo 18 de enero a 30 mil asistentes a no ser jóvenes de museo, que sólo acumulan información, sino ser sabios y aprender a llorar, a conmoverse con el sufrimiento ajeno, aprender a amar, dejarse amar y ayudar a los pobres, los enfermos y los huérfanos.
 
Hay una historia detrás del discurso del Papa. Glyzelle Palomar, de 12 años, con lágrimas en los ojos le contó al Papa Francisco que había recogido comida entre la basura y dormido en la calle. ¿Por qué deja Dios que pasen esas cosas, incluso si no es culpa de los niños? ¿Y por qué solo algunas personas nos ayudan?”, preguntó la pequeña filipina al Papa, tapándose la cara con las manos mientras sollozaba.
 
Las lágrimas de Glyzelle inspiraron al Papa un discurso sublime, que podríamos llamar de “teología del llanto”. “Su realidad es superior a todas las ideas que yo había preparado", explicó Francisco.
 
En su inocencia, Glyzelle con claridad hace una fotografía de los problemas de miles de niños en Filipinas y en varios países llamados ‘emergentes’. “Hay muchos niños rechazados por sus propios padres. Hay también muchos que han sido víctimas de muchas cosas terribles que les han pasado, como drogas o prostitución”.
 
Ante estas palabras, el Obispo de Roma apartó las hojas que había preparado hablando con naturalidad a los jóvenes. “Ella hoy ha hecho la única pregunta que no tiene respuesta, y no le alcanzaron las palabras y tuvo que decirlas con lágrimas”, aseguró el Papa.
 
Cuando nos hagan la pregunta de por qué sufren los niños, entonces nuestra respuesta sea o el silencio o las palabras que nacen de las lágrimas”, añadió.
 
Glyzelle se presentó ante el Papa acompañada de Jun Chura, otro joven de 14 años que también fue un niño de la calle, quien leyó un emocionante testimonio sobre la vida de los pequeños filipinos víctimas de abusos, drogas y prostitución.

Los jóvenes del testimonio fueron salvados de la calle por la fundación ANAK-Tnk
, la casa de acogida que visitó el Papa Francisco el pasado jueves por sorpresa.
 
El Pontífice dijo que “ciertas realidades de la vida se ven sólo con los ojos limpiados por las lágrimas” y al respecto, afirmó que "si ustedes no aprenden a llorar no son buenos cristianos". (Ver también: Papa Francisco y su abrazo a los niños de la calle en Manila). 
 
El Papa, recordando el testimonio de los ex niños de la calle, aseguró que “al mundo de hoy le falta llorar, lloran los marginados, lloran los que son dejados de lado, lloran los despreciados, pero aquellos que llevamos una vida más o menos sin necesidades no sabemos llorar”. 
 
Los testimonios inspiraron al Papa para improvisar “las palabras que nacen de las lágrimas” y de esta manera, pidió perdón por hablar en español y no hacer su discurso oficial, porque le nació cuestionar: ¿Por qué sufren los niños? y añadió que la compasión mundana no sirve para nada.

Soy de educación católica y me gusta este Papa. Ya le hacía falta a la Iglesia alguien cercano a los problemas del pueblo. Pero parte de los sufrimientos que aquí se expresan vienen de la terquedad de la postura oficial de la Iglesia en contra del control de natalidad. Hoy, el mundo, con su medicina que reduce la mortalidad natural que nuestra especia tenía debe afrontar el control de la natalidad, especialmente entre los más necesitados, así no habrán de abandonar a sus hijos en la calle. Espero que estos niños redimidos, en el futuro luchen en pro de la única solución: esterilización voluntaria gratuita para hombres y mujeres en los países más pobres. Así lo ponen en práctica en la fundación Vicente Ferrer, cosa que se publicita muy poco. Ya sabemos por qué.

Soy de educación católica y me gusta este Papa. Ya le hacía falta a la Iglesia alguien cercano a los problemas del pueblo. Pero parte de los sufrimientos que aquí se expresan vienen de la terquedad de la postura oficial de la Iglesia en contra del control de natalidad. Hoy, el mundo, con su medicina que reduce la mortalidad natural que nuestra especia tenía debe afrontar el control de la natalidad, especialmente entre los más necesitados, así no habrán de abandonar a sus hijos en la calle. Espero que estos niños redimidos, en el futuro luchen en pro de la única solución: esterilización voluntaria gratuita para hombres y mujeres en los países más pobres. Así lo ponen en práctica en la fundación Vicente Ferrer, cosa que se publicita muy poco. Ya sabemos por qué.

domingo, 11 de enero de 2015

BAUTISMO DEL SEÑOR


MARCOS 1, 7-11
Y [Juan] proclamaba: - Llega detrás de mí el que es más fuerte que yo, y yo no soy quién para agacharme y desatarle la correa de las sandalias. Yo os he bautizado en agua, él os bautizará con Espíritu Santo. Sucedió que en aquellos días llegó Jesús desde Nazaret de Galilea, y Juan lo bautizó en el Jordán. Inmediatamente, mientras salía del agua, vio rasgarse el cielo y al Espíritu bajar como paloma hasta él; y hubo una voz del cielo: - Tú eres mi Hijo, el amado, en ti he puesto mi favor.

ESCUCHAR LO QUE DICE EL ESPÍRITU

Los primeros cristianos vivían convencidos de que para seguir a Jesús es insuficiente un bautismo de agua o un rito parecido. Es necesario vivir empapados de su Espíritu Santo. Por eso en los evangelios se recogen de diversas maneras estas palabras del Bautista: «Yo os he bautizado con agua, pero él (Jesús) os bautizará con Espíritu Santo».
No es extraño que en los momentos de crisis recordaran de manera especial la necesidad de vivir guiados, sostenidos y fortalecidos por su Espíritu. El Apocalipsis, escrito en los momentos críticos que vive la Iglesia bajo el emperador Domiciano, repite una y otra vez a los cristianos: «El que tenga oídos, que escuche lo que el Espíritu dice a las Iglesias».
La mutación cultural sin precedentes que estamos viviendo, nos está pidiendo hoy a los cristianos una fidelidad sin precedentes al Espíritu de Jesús. Antes de pensar en estrategias y recetas pastorales ante la crisis, hemos de preguntarnos cómo estamos acogiendo nosotros el Espíritu de Jesús.
En vez de lamentarnos una y otra vez de la secularización creciente, hemos de preguntarnos qué caminos nuevos anda buscando hoy Dios para encontrarse con los hombres y mujeres de nuestro tiempo; cómo hemos de renovar nuestra manera de pensar, de decir y de vivir la fe para que su Palabra pueda llegar hasta los interrogantes, las dudas y los miedos que brotan en su corazón.
Antes de elaborar proyectos pensados hasta sus últimos detalles, necesitamos transformar nuestra mirada, nuestra actitud y nuestra relación con el mundo de hoy. Necesitamos parecernos más a Jesús. Dejarnos trabajar por su Espíritu. Solo Jesús puede darle a la Iglesia un rostro nuevo.
El Espíritu de Jesús sigue vivo y operante también hoy en el corazón de las personas, aunque nosotros ni nos preguntemos cómo se relaciona con quienes se han alejado definitivamente de la Iglesia. Ha llegado el momento de aprender a ser la «Iglesia de Jesús» para todos, y esto solo él nos lo puede enseñar.
No hemos de hablar solo en términos de crisis. Se están creando unas condiciones en las que lo esencial del evangelio puede resonar de manera nueva. Una Iglesia más frágil, débil y humilde puede hacer que el Espíritu de Jesús sea entendido y acogido con más verdad.